Para Joaquín Navarro Valls el trabajo fundamental del Papa será convencer al mundo de que Jesucristo era el hijo de Dios, además de adecuar la estructura central de la iglesia a una colegialidad. En cuanto a la renuncia de Benedicto XVI, Navarro Valls asegura que el Papa Emérito "ha demostrado con ello una elegancia muy propia de su persona, ha sido un ejemplo extraordinario, una innovación histórica porque él ha tenido el valor de aplicar en la vida lo que está plasmado en el derecho de la iglesia".