En la inauguración de unas jornadas de la Asociación de Consultoras Inmobiliarias (ACI), Montoro ha considerado que los datos de paro y afiliación de octubre conocidos ayer -con una subida del desempleo en 87.028 personas y un aumento de la afiliación en 54.927 ocupados- vuelven a mostrar un "cambio de tendencia contundente". Para el ministro, estas cifras han "vuelto a sorprender" y "quieren decir que estamos llegando al final del deterioro del mercado de trabajo".     Con respecto a octubre de 2012 la Seguridad Social perdió 376.354 ocupados, lo que supone una caída del 2,25 %, un dato comparativo interanual que según Montoro volverá a tasas positivas a principios del año próximo.     Además el ministro se ha referido al mercado inmobiliario, que a su juicio ha alcanzado su ajuste de valor en algunas ciudades y áreas españolas (como ya dijo recientemente el ministro de Economía, Luis de Guindos) y que lo hará en el resto "muy rápidamente", ha previsto Montoro.     Asimismo ha asegurado que "nunca" ha considerado que en España hubiera una burbuja inmobiliaria, sino financiera, y un endeudamiento externo que se está corrigiendo, lo que implicaun "punto de inflexión" que anuncia una recuperación en todos los sectores, también el del ladrillo.     Recuperación en el sector inmobiliario que el Gobierno va a seguir estimulando porque "cuanto mejor les vaya, antes saldremos de la crisis", ha defendido, ya que se trata de un área "absolutamente vital" de la economía española.     "Cuando este sector ofrezca cifras elocuentes de recuperación de la actividad es que la crisis se ha superado definitivamente en España", ha dicho Montoro. Así, ha recalcado que en España se debe seguir promoviendo el turismo residencial, ya que supone "una fuente de riqueza y de promoción de la imagen" del país.     Según Montoro la bajada los niveles de deuda está atrayendo la inversión extranjera, y los mercados están reconociendo el "esfuerzo" de las empresas españolas en su devaluación interna.     Dicha devaluación además se produce sin inflación, lo que implica para Montoro una recuperación "inmediata" de la capacidad adquisitiva de las rentas pese a que no se produzca un crecimiento nominal de la riqueza.