Durante su alocución, el Pontífice ha recordado a Cristo Buen Pastor y ha recordado que Él nos llama para vivir su relación con el Padre, una realidad que nos conduce a la Vida Eterna. Por eso tenemos que conocer su voz que es Única. Esto implica un seguimiento de la misma forma que Samuel en el Antiguo Testamento, cuando sigue la llamada de Dios. Parafraseando el Pasaje de San Mateo ha pedido en esta Jornada que pidamos al Dueño de la mies que mande obreros a su mies, para trabajar en ella. Para conseguirlo ha presentado a La Virgen, como la que nos puede llevar más fácilmente a Cristo, la Vioz que nos salva, gracia a sus "sí" al Plan de Dios en su vida. Tras el Regina Coeli ha tenido palabras de recuerdo para el pueblo venezolano, en estos momentos tan cruciales en su historia y ha pedido a los dirigentes bolivarianos que fomenten el diálogo y la paz, dentro de un clima de verdadera reconciliación. Por último ha vuelto la mirada por los afectados del terremoto en China y ha saludado a todos los peregrinos que se encontraban allí, pidiendo la protección del sacerdote italiano Niccolo Rusca, que hoy ha sido beatificado.