La selección española, liderada por el capitán Pedro Gil, arrolló a Alemania en su debut en el Campeonato de Europa y presentó su firme candidatura para sumar el octavo título continental consecutivo frente a la otra favorita, Portugal, que debutará este martes ante Francia. La renuncia el pasado diciembre del seleccionador Carlos Feriche y la consiguiente renovación del plantel respecto al último Mundial de Angola con la llegada de Quim Paüls, no restaron un ápice la capacidad competitiva de una selección española que se plantó sobre la pista dispuesta a arrollar a su rival y lo consiguió con cierta facilidad. Tras unos minutos de tanteo, en los que la selección alemana ejerció de clara dominadora del juego e incluso gozó de alguna ocasión, España esperó a que su asfixiante presión surtiera efecto para trazar un par de jugadas rápidas en ataque que sirvieron para llevar el miedo a su rival. Un gol de penalti de Jordi Bargalló a los cinco minutos abrió el marcador, pero solo uno después, una jugada rápida de ataque sirvió para que el capitán Pedro Gil ampliara la diferencia ante el desconcierto de los alemanes, que empezaron a acusar el ritmo frenético de juego impuesto por los españoles en cada acción. El combinado español, rápido en sus transiciones y eficaz en ataque, comenzó a encadenar ocasiones de peligro hasta que a los 13 minutos una buena combinación entre Kevin Karschau y Jorge Fonseca permitió a los germanos marcar su primer tanto. La alegría le duró poco a Alemania, puesto que en los últimos seis minutos de la primera parte España, que ya había comenzado a rotar su banquillo, amplió su diferencia con tantos de Xavi Barroso, Jordy Adroher y Xavi Costa. El descanso no sirvió para aplacar los nervios de los alemanes, muy imprecisos en su juego. Esa circunstancia la aprovechó España para campar a sus anchas por la pista bajo la batuta del capitán Pedro Gil. En el combinado español también destacó la actuación del portero Xavi Puigbi, que se erigió en una figura clave de su equipo desbaratando todas las acciones de peligro de los alemanes, la mayoría disparos desde lejos. Pese a lo abultado del resultado, España demostró su carácter competitivo hasta el final buscando más goles, aunque para entonces el encuentro ya había tomado un tono algo brusco debido a algunas acciones duras de los teutones, que aguantaron los últimos cinco minutos sin encajar ningún tanto más.