13 agosto Hoy, Siruela empieza sus fiestas, con la bajada de la Virgen de Altagracia hasta la iglesia donde se celebrará una novena, antes de devolverla a su ermita. Actividades culturales, eventos deportivos, orquestas y actuaciones musicales, completan la oferta festera que nos debe dejar tiempo para contemplar las cigüeñas de la Torre del Reloj en la Plaza de España; la fuente de 8 caños, que hoy sustituye a la de 4 caños que el Conde de Siruela, allá por 1604, mandó construir para sustituir al rudimentario pilón que acercaba el agua al pueblo o El Perulero, que recuerda a Francisco de Vargas, un sirueleño que se marchó a Perú donde amasó una fortuna allá por el Siglo XVI y que, a su vuelta, mandó construir un hospital y cuya capilla hoy se ha convertido en centro cultural. Tampoco debemos dejar de visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Antigua, fechada en el siglo XIII que recuerda a los templos-fortaleza levantados por los Templarios; el Palacio de los Duques de Fernán-Núñez y, a solo 2 kilómetros la ermita de Altagracia, en la que según cuentan, la Virgen se les apareció a unos labriegos. La imagen hecha a semejanza de la Virgen que se les había aparecido, estaba de espaldas al pueblo y mirando hacia Almadén, por lo cual los almadenenses la reclamaban como propia, pero los sirueleños la giraban para que mirase a su pueblo. En esas disputas, llegaron a quitarle el Niño Jesús que sostiene en sus brazos, pero hasta en tres ocasiones, al día siguiente, el Niño apareció de nuevo con la Virgen. Finalmente, intentaron solucionar el conflicto colocando la imagen en una carreta y dejando a los bueyes libres para ver hacia donde quería ir la Virgen, pero la carreta no se movió, por lo cual decidieron levantar una ermita en ese mismo lugar, dándole la espalda, ermita y Virgen a la localidad de Siruela de la que es patrona.