Milka, Suca, Nane, Soto, Cuscús, Irule o Boris. Son algunos de los perros que han llegado ya al Hospital Clínico de Santiago para visitar a los niños ingresados. Pertenecen a la asociación "Só lles falta falar" (solo les falta hablar) y, gracias a la Fundación Andrea, ayudarán a los pequeños hospitalizados en el CHUS en su recuperación.

De momento se trata de actividades grupales donde los pequeños pueden acariciar a los animales, jugar con ellos, pasar tiempo a su lado. Con todo, la idea es, según avance el proyecto, personalizar más las terapias y que vayan más dirigidas a las necesidades de cada niño.

Con esta iniciativa se busca proporcionar un apoyo positivo a los niños, mediante la estimulación afectivo-emocional, ofreciéndoles la posibilidad de explorar diferentes experiencias de la mano de los perros, reforzando la empatía y la relajación a través del contacto con los animales y buscando un beneficio en el proceso de hospitalización de los menores ingresados.

Las sesiones, que se realizarán con carácter semanal a lo largo de todo el año, se efectuarán siempre con la asistencia de miembros del equipo de voluntariado de la Fundación Andrea y estarán dirigidas a todos los niños ingresados en la planta de pediatría que deseen asistir. Miembros del Servicio de Pediatría estarán además presentes en estas sesiones, en las que se intentará sacar el máximo partido de las actividades, que podrán ser adaptadas a las necesidades individuales de cada niño.

El Hospital Clínico Universitario de Santiago se convierte así en el primer centro de Galicia en establecer este modelo de terapias en la planta de hospitalización de pediatría, sumándose a otra veintena de hospitales en toda España que ya reconocen los beneficios de programas con estas actividades

María Sabell es la coordinadora de esta actividad y adiestradora con más de 20 años de experiencia: “Baja la medicación en los pacientes que son sometidos a estas terapias, baja el estrés, baja el dolor… y el estímulo cuando quieres que alguien se levanta es más rápida. En resumen, velocidad en la recuperación”.

La Presidenta de la Fundación Andrea, Charo Barca, nos explicaba que llevan años detrás de este proyecto, madurando la idea y peleando por hacerla realidad. Están involucradas muchas áreas: “medicina preventiva, equipo de pediatría, oncología, jefes de servicio… todos los que tenían que participar para que esto se pudiese poner en marcha de una forma segura para todos”. Agradecía, además, la buena predisposición de la gerencia del área sanitaria de Santiago y manifiesta un deseo: que se pueda llevar a más áreas de Galicia.

La Fundación Andrea tiene como objetivo la atención y el apoyo económico, moral, informativo o de cualquier otra naturaleza, a las familias que, contando con escasos recursos económicos hayan de cuidar a sus hijos en las enfermedades de larga duración, crónicas o terminales, que estos puedan padecer, facilitándoles soluciones y ayudas ágiles ante situaciones de carencias inmediatas. Su ámbito de actuación es nacional.

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