“Se crea porque el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria está dando la espalda a los 122 barrios de la capital”, así de contundente se ha mostrado Iván González miembro de la recién creada Federación de Asociaciones Pacto Vecinal de Las Palmas de Gran Canaria, a su juicio, ya es hora de encontrar el abordaje de los asuntos más acuciantes de los vecinos desde el punto de vista del asociacionismo hablando de problemas en prácticamente todas las áreas ciudadana como “seguridad, la ausencia de locales sociales, atención a mayores, limpieza y participación vecinal...”.

González asegura que el Pacto Vecinal está creciendo y su objetivo es acercarse a todos los barrios porque la gran mayoría de ellos “comparten la misma problemática”, además, con el deseo de acometer una solución que atienda a las particularidades de las barriadas se escuchará a todos los integrantes para ir con una propuesta conjunta que aporte más posibilidad de éxito a las demandas.

"Los problemas de los ciudadanos se están cronificando"

Asegura que muchos de los problemas de los ciudadanos “se está cronificando y no solo no se le busca solución, sino que se estira hasta día de hoy”, por lo que considera que es necesario generar una puesta en común ante los desafíos que presenta la calidad de vida de los vecinos de la capital

El Pacto Vecinal surgió en La Isleta y se ha extendido a unos 50 colectivos, el objetivo es seguir ampliando su presencia no solo a través de colectivos vecinales también “personas a título independiente, federación o confederación de asociaciones, culturales o deportivas para estar en el ámbito de decisión del municipio”.

La ciudad debe ser capaz de encontrar la solución a los ciudadanos de la capital

La ciudad tiene muchos retos, desde la lucha contra la inseguridad hasta la promoción de espacios verdes, pasando por la gestión de servicios básicos como el agua y la recolección de residuos, los colectivos vecinales se erigen como guardianes del bienestar de sus habitantes. Su acción no solo se limita a la denuncia de problemas, sino que también se extiende a la búsqueda activa de soluciones, mediante la organización de actividades, la elaboración de propuestas y el diálogo constante con las autoridades pertinentes.

La necesidad de estos colectivos se hace aún más patente en contextos urbanos, donde la densidad poblacional y la diversidad de intereses pueden dificultar la articulación de iniciativas comunes. En este sentido, los colectivos vecinales funcionan como catalizadores de la participación ciudadana, fomentando el encuentro entre vecinos, la construcción de redes de apoyo y la generación de un sentido de pertenencia compartido.

En definitiva, la creación de colectivos vecinales se presenta como una respuesta eficaz ante los desafíos contemporáneos. Más que una simple agrupación de personas, estos colectivos representan la esperanza de un futuro donde la comunidad se erige como el motor del cambio y la transformación social. En la unión vecinal radica la fuerza necesaria para construir un mundo más justo, equitativo y solidario.