Los vecinos lo veían venir y ha acabado sucediendo. Una vivienda unifamiliar okupada en Viesques, en Gijón, se ha incendiado causando temor en la zona, muy cercana a la Escuela Politécnica de Ingenieros, del campus universitario de la ciudad. No es el primer suceso de esta naturaleza en Asturias y en COPE hemos hablado con un abogado, especialista en asesoramiento en casos de ocupación ilegal, para conocer las herramientas que tienen las comunidades de propietarios para luchar contra la okupación.

El abogado es Marco Martín. Ha explicado que "hay herramientas legales, aunque están limitadas única y exclusivamente a la vía civil en lo que se refiere a la cesación de actividades molestas". Por eso, puntualiza que los okupas tienen que realizar "actividades nocivas e insalubres que afecten a las zonas comunes o a la convivencia pacífica" para que la comunidad pueda actuar.

En este sentido, advierte de que "no es un proceso sencillo" debido a "la falta de empatía entre los vecinos, una práctica insolidaria que afecta a todas las comunidades de propietarios". Explica que, "lo que molesta a uno, no necesariamente tiene que molestar a otros".

Si este paso está superado, "el presidente u otro comunero, sea propietario o no, debe requerir la cesación de las actividades molestas. Hay que tener en cuenta si el propietario de la vivienda en cuestión tiene voluntad de echar a los okupas o si, por el contrario, muestra una absoluta pasividad", explica. Luego, hay que someterlo a votación en la junta de propietarios.

Lo que no hay que hacer

Además, antes de (o de forma paralela a) acudir a la justicia, y ante ruidos o fiestas nocturnas, los vecinos deben ponerlo en conocimiento de la Policía, como sucede cuando hay actividades molestas. De esta manera, los cuerpos de seguridad del Estado o la Policía Local harán las mediciones correspondientes, levantarán acta y sancionarán si es pertinente.

Sin embargo, lo que nunca debe hacerse, según este abogado, es "amenazar o agredir al okupante de una propiedad, modificar cerraduras o bloquear accesos, o cortar suministros o manipular conexiones y contadores de servicios esenciales". Ninguna de estas acciones está permitida y "puede tener graves consecuencias legales".

Incendio en una vivienda okupada

No es la primera vez que una vivienda okupada en Gijón acaba entre llamas. En la plaza del Presi, en el centro de la ciudad, un edificio con moradores ilegales sufrió varios incendios en los que sí hubo heridos. En 2023, ocho años después del inicio de los problemas, el inmueble fue desalojado por orden judicial.

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El caso de Eugenia, víctima de la okupación en Las Regueras

Fuera de Gijón, especialmente llamativo fue el caso de Eugenia. Ella misma contó en La Tarde de COPE cómo se encontró su vivienda -que había heredado de sus padres en el concejo de Las Regueras-, que había alquilado a una familia seis años antes. Llevaba tres años luchando para echar a los inquilinos, que habían dejado de pagar el alquiler.

"Me han quemado la casa", lamentaba Eugenia que, tras pasar apuros para pagar su hipoteca durante la pandemia, se encontró la casa sin muebles ni camas en las habitaciones, basura por todas partes, la cocina quemada, el garaje inundado y las paredes llenas de orina.