Él lo había dicho antes de venir a Las Ventas. Sabía que habría día 12, pero no si habría 13. La actitud de Gonzalo Caballero iba a ser su arma. El todo o la nada en una tarde. Corrida a corrida. Exigencia y mentalidad 'cholista'. El tercero de El Ventorrillo tenía movilidad pero nula entrega. En la primera tanda el toro cantó su tendencia a colarse por dentro. El madrileño busco siempre el pitón contrario, pero el bruto encontró antes el muslo. La sangre brotó y se hizo visible. Las cuadrillas le hicieron el torniquete pero querían meterle para el hule. Se resistió Gonzalo. Entró a matar con la banda de la taleguilla ensangrentada. La ovación camino de la enfermería sonó a reconocimiento a un torero de un valor y un compromiso descomunal. Hasta excesivo quizá, pero que da argumentos cuando defendemos que la Fiesta tiene ese toque de rito en el que un hombre se juega la vida en busca de la creación artística.De la sangre a la gloria en apenas veinte minutos. Lo que tardó en salir el quinto, el único animal del hierro propiedad de Fidel San Román que rompió a embestir con claridad. Toro importante, con transmisión, entrega y profundidad en sus embestidas. Morenito de Aranda lo vio y lo aprovechó pronto, en la primera tanda a derechas el de El Ventorrillo se deslizó con prontitud tras de la muleta del burgalés. Las tandas se fueron sucediendo con temple pese a la velocidad que imprimía el toro a su embestida. Con las revoluciones más pausadas al torear al natural, el de Aranda también corrió la mano con armonía y gusto. Los remates le salieron bordados. Faltó un punto de calor desde los tendidos y una tanda más redonda en un final venido a menos. Media estocada atravesada dejó el premio en una oreja. Antes, con su primero, Jesús se había ido hasta la puerta de chiqueros. Resolutivo en la larga y enfibrado en el posterior recibo a la verónica. Como ajustado un posterior quite de Gonzalo Caballero por gaoneras. El toro después se movió sin clase alguna. Muy descompuesta la embestida a la que plantó cara con actitud y firmeza el diestro castellano. Apuesta sin recompensa ya que la faena no rompió.Anunciar de nuevo a El Capea en San Isidro ha pasado a ser ese tipo de casos más propios de Íker Jiménez que del mundo taurino. Es como una aparición espectral que año a año ocurre por estas fechas sin explicación lógica. A su primero se lo quitó de enmedio sin meterse en líos con él. Es verdad que el toro no mostró cualidades, pero al salmantino se le vio desconfiado y sin sitio.Con el suavón y soso cuarto, Pedro puso voluntad, pero a veces esa voluntad no vale. El apagón con espada y descabello fue de órdago y a punto estuvo de caer el tercer aviso. En el sexto, con todo el pescado ya vendido fue un suplicio para El Capea.

FICHA DEL FESTEJO

Madrid, jueves 12 de mayo de 2016. 7ª de Feria. Dos tercios de plaza.

Toros de El Ventorrillo, bien presentados. Corrida falta de raza y entrega en el último tercio. Destacó por encima del conjunto el encastado y profundo quinto, ovacionado en el arrastre.

El Capea, pitos, pitos tras dos avisos y pitos tras aviso.

Morenito de Aranda, silencio tras aviso y

Gonzalo Caballero, ovación camino de la enfermería.

Parte médico de Gonzalo Caballero: Herida por asta de toro en cara interna tercio medio muslo izquierdo con dos trayectorias, una de 20 cm hacía dentro que contornea el fémur y alcanza cara externa del mismo contusionando paquete vasculo - nervioso y produciendo destrozos en músculos vasto interno, crural y vasto externo, y otra de 15 cm hacía fuera y ascendente que alcanza el fémur. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros, pasando al hospital San Francisco de Asís. Pronóstico grave, que le impide continuar la lidia. Fdo :Dr García Padrós