Y a estas alturas de Feria y con la semana 'torista' como plato fuerte salió 'Camarín'. Una pintura de Baltasar Ibán. Un toro bravo, así de simple. Repetidor y con mucha fijeza en el saludo capotero. Entregado en el caballo, empujando y recargando en dos varas auténticas. Y embistiendo con codicia y clase en la muleta. Alberto Aguilar estuvo muy entregado con el toro, es innegable e indudable. Pero quizá el toro pidió algo más. Es verdad que el madrileño sumó muchos muletazos, pero faltó mayor hondura y sentimiento en todo su quehacer. Por poner un pero al toro, le faltaron finales en la último tramo del trasteo, cuando ya llevaba muchos pases encima. Digno el torero y digna la oreja que paseó. Como grande la ovación que llevó 'Camarín', quizá premio corto para sus merecimientos y bravura.El quinto, sin embargo, fue otra historia. Hizo buena pelea en varas y llegó embistiendo con emoción al tercio final. La plantó cara Aguilar. No se la volvió nunca. Ni cuando se quedó colgado del pitón derecho. Eternos los segundos con el cuerno entre las dos piernas del torero. Pero después de eso, el de Ibán mostró su verdadera condición, huyó a tablas y se paró en seco. No hubo opción para más.Volvía a anunciarse un "Bastonito" de Baltasar Ibán con aquel con el que se la jugó el maestro César Rincón hace ya varias décadas en esta plaza. Tuvo prontitud y fijeza en el tercio de varas. Grande el esfuerzo y la entrega del toro en el caballo. Un esfuerzo que después le hizo resentirse en la muleta. Iván Vicente, que se había estirado con gusto en la verónica, vio como el de Ibán comenzó a desentenderse de las telas que le presentaba. Templado y mostrando ese buen concepto a la hora de componer y llevar la embestida del toro, el madrileño quiso llevar tapado a un toro que en cuanto veía un hueco huía por ahí.El cuarto permitió pocas alegrías. Altón y muy ofensivo, tuvo algo más de recorrido por el pitón derecho aunque sin tener buen aire embistiendo. Faena seria y asentada de Iván, que tiró mucho del toro por este lado. Al natural hubo menos opciones al ir siempre el de Ibán con la cara a la altura del palillo de la muleta. La demora con el descabello hizo que sonasen dos avisos.El tercero se tapó por la testa. Grande los pitones pero no tanto el desarrollo de su anatomía. El toro pasó sin hacer nada destacable en los primeros tercios y llegó a la muleta embistiendo con clase y buen son aunque con algo de sosería. Víctor Barrio abundó en un trasteo largo, con muchos altibajos en el temple, algo que se le recriminó desde los tendidos. Aquello no llegó a alcanzar cotas de interés.El sexto, ya con la tarde metida en agua y frío, fue otro toro vacío de casta que echó muy pronto el freno de mano. Sin opciones el segoviano, que se estrelló ante un toro que nunca terminó de pasar. Abrevió y lo agradeció el público.

FICHA DEL FESTEJO

Madrid, domingo 29 de mayo de 2016. Casi tres cuartos de plaza. 24ª de Feria.

Toros de Baltasar Ibán, bien presentados aunque de distinta seriedad, hechuras y remates. Conjunto bajo de raza y con varios toros que se pararon muy pronto. El mejor el bravo 2º, 'Camarín', completo en todos los tercios, fuertemente ovacionado y para el que se pidió la vuelta al ruedo.

Iván Vicente, saludos y silencio tras cos avisos

Alberto Aguilar, oreja y saludos.

Víctor Barrio, silencio y silencio.