Las parroquias de zonas turísticas, en particular las de la Costa, hace años que están dando respuesta a la atención religiosa de los veraneantes. En las últimas campañas se han editado carteles con los horarios de misa, y la colaboración entre entidades turísticas y los párrocos es fluida, como en el caso de los balnearios de Montanejos, que incluyen en sus programas la celebración de la misa dominical. Además de continuar con este servicio, Mendoza contempla el reto de promover también la atención religiosa en las zonas del interior y la acogida de los extranjeros: “Habrá que ver qué sacerdotes pueden atender en otras lenguas porque es importante que la gente se sienta acogida y que puedan seguir practicando su fe en tiempo de vacaciones”. Usuario de las nuevas tecnologías y las redes sociales, el nuevo Delegado piensa igualmente a crear una herramienta a nivel diocesano como la app que ya está activa en la parroquia de Benicasim. En definitiva se trata de no solo ofrecer un servicio religioso, sino también de crear ocasiones de compartir la fe: “La pastoral del turismo es ocasión de evangelización cada vez que se visitan lugares turísticos religiosos; Si se prepara una buena catequesis puede ser ocasión de que las personas descubran o reaviven su fe”.