El resultado de la histórica votación de este domingo en el plebiscito convocado por la oposición democrática en Venezuela es una nueva derrota moral del régimen de Maduro, que es ya prácticamente una dictadura. Más de siete millones de venezolanos han votado en la consulta convocada por la Asamblea Nacional, el único órgano de representación democrática que queda en el país. La consulta ha tenido que ser sostenida por voluntarios, con todas las dificultades y todas las amenazas vertidas por el poder del Estado y por los grupos violentos que lo rodean. Precisamente por eso ha sido un gran éxito. En poco tiempo se ha podido organizar una movilización que ha sido un grito, que se suma a las manifestaciones de los últimos tres meses, en favor de la democracia.La resistencia a la tiranía en Venezuela está siendo heroica. Se lucha por la libertad cuando no se tiene para comer, de forma pacífica y poniendo en riesgo la propia vida. Y de momento no se ve el final, porque a pesar del masivo rechazo, Maduro va a poner en marcha el proceso para la falsa Constituyente con el que quiere cercenar más libertades.En esta larga marcha, los demócratas venezolanos necesitan todo el apoyo que se les pueda prestar. La libertad en Venezuela es una tarea de todos. Ayer, en las mesas para la consulta que se instalaron en España, algunos de los venezolanos que están en el exilio votaban entre lágrimas, doliéndose por el sufrimiento de su pueblo. Un verdadero demócrata no puede más que hacer suyas esas lágrimas.