Si comparamos con las mismas fechas de 2018, a finales de febrero registrábamos temperaturas -10ºC en ciertos puntos de la península y gran número de heladas. Sin embargo, esa no es la imagen del final de febrero de este año. Durante el fin de semana lo que ha predominado son las chaquetas, incluso hay quien ha dejado el jersey en casa y se ha atrevido a salir a la calle en camisa o camiseta. No es para menos, si en la costa Cantábrica se ha llegado a registrar 20ºC en algunos lugares.

Pero, ¿por qué se da este fenómeno? ¿Por qué tenemos este pequeño verano cuando el año anterior teníamos heladas? Es el conocido como “patrón de bloqueo omega”. Consiste en un fenómeno basado en que una zona de altas presiones queda flanqueada por dos zonas de bajas presiones, dejando una forma de colores en el mapa parecida a la de la letra griega omega. Es un fenómeno para el que la costa atlántica es bastante propenso, pero que ha dejado en España una situación anómala en la que registramos temperaturas de 5 a 10 grados superior a lo que debería ser en esta época del año. Este bloqueo arrastra de esta manera los vientos tropicales hasta la Europa occidental. Incluso se han registrado este fin de semana los picos más altos de temperatura de la historia en el mes de febrero en algunos puntos del país.

Una situación que, por su propia peculiaridad, puede durar días e incluso semanas, por lo que este buen tiempo ha durado toda esta semana y todavía nos regalará días de sol hasta el próximo miércoles. Una situación similar se vivió hace un año y medio cuando el verano se prolongó durante la primera mitad del otoño. A pesar de todo ello, no podemos esperar una “compensación” de las temperaturas y que el resto del invierno pasemos a tener bajadas del termómetro, sino que es incluso probable que este bloqueo omega se repita y volvamos a tener temperaturas anómalas.