Villafranca de los Barros, Badajoz, revela un cementerio romano oculto durante siglos
Durante unas obras de infraestructura en Villafranca de los Barros (Badajoz), arqueólogos han hallado más de 60 enterramientos romanos, un descubrimiento que podría reescribir la historia de la presencia romana en la región
Hallan 60 enterramientos romanos en unas obras de Villafranca de los Barros
Madrid - Publicado el
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El descubrimiento tuvo lugar en mayo de 2025 durante las obras para construir una nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR). En lugar de tuberías, los obreros encontraron restos óseos y estructuras inusuales. Pronto se confirmó lo impensable: una necrópolis romana enterrada bajo los campos extremeños.
La Junta de Extremadura y el Ayuntamiento paralizaron las obras de inmediato y activaron un protocolo arqueológico de emergencia. Un equipo especializado se desplazó para iniciar la excavación, que ya ha documentado más de 60 tumbas, algunas de ellas en un estado de conservación notable.
Más de 60 tumbas y pistas sobre el pasado romano
Los enterramientos presentan diferentes tipologías: tumbas excavadas directamente en el terreno, cubiertas de tejas a doble vertiente, y algunas estructuras con restos de ladrillo. Según los arqueólogos, se trata de un cementerio datado entre los siglos I y IV d.C., lo que demuestra que la zona fue un asentamiento romano estable y no un simple paso logístico.
Además de los restos óseos, se han hallado ajuares funerarios compuestos por fragmentos cerámicos, fíbulas, clavos de hierro y monedas, lo que sugiere que estas personas pertenecían a una comunidad rural integrada en el modelo económico y social del Imperio Romano.
Villafranca y la vía de la Plata: un punto clave en el suroeste peninsular
La relevancia de este hallazgo se refuerza por la ubicación geográfica de Villafranca de los Barros, próxima a la antigua Vía de la Plata, una de las principales arterias romanas que conectaban Mérida (Emérita Augusta) con Astorga (Asturica Augusta). La existencia de una necrópolis indica que había un núcleo de población estable, probablemente vinculado a actividades agrícolas y ganaderas, y conectado con centros mayores.
Hallan 60 enterramientos romanos en unas obras de Villafranca de los Barros
Este descubrimiento confirma las hipótesis de los historiadores sobre la romanización del territorio extremeño, más profunda y organizada de lo que se creía hasta ahora. Según el equipo técnico, los materiales hallados reflejan el uso continuado de esta necrópolis durante varias generaciones.
Una oportunidad científica y cultural para Extremadura
La excavación todavía está en una fase preliminar, pero ya se plantea como uno de los hallazgos arqueológicos más importantes del año en España. Las tumbas están siendo estudiadas por antropólogos físicos para identificar edad, sexo, patologías y causas de muerte, lo que permitirá conocer más a fondo el perfil de la población romana rural en la región.
Los materiales encontrados se trasladarán al Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, donde serán restaurados y conservados. También se plantea la posibilidad de crear un museo el yacimiento in situ o crear una exposición permanente que permita al público comprender la magnitud del descubrimiento.
Patrimonio en riesgo y el valor de la arqueología preventiva
Este hallazgo vuelve a poner de relieve la importancia de la arqueología preventiva en obras públicas. Sin esta intervención, el cementerio habría sido destruido. Casos como este evidencian que el subsuelo español guarda aún muchos secretos y que la inversión en arqueología no es un gasto, sino una apuesta por conservar la historia viva.
La Junta de Extremadura ha valorado positivamente la intervención y ha asegurado que se preservará el patrimonio hallado. Las obras de la EDAR han sido reprogramadas para garantizar que la excavación se realice con todas las garantías técnicas y científicas.
Lo que comenzó como una obra hidráulica rutinaria ha terminado desenterrando uno de los mayores cementerios romanos conocidos en Extremadura. Más de 60 tumbas, objetos cotidianos y restos humanos que narran historias silenciadas durante casi dos mil años.
Este hallazgo no solo aporta información sobre el pasado romano, sino que conecta a los habitantes de Villafranca de los Barros con una historia que literalmente yacía bajo sus pies. Un recordatorio de que el suelo que pisamos puede guardar los secretos de todo un imperio.
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