Un gran desconocido en Irlanda revela secretos de una civilización de hace 5.000 años

En el condado de Meath, Irlanda, un antiguo complejo funerario llamado Brú na Bóinne sigue sorprendiendo a los historiadores. Sus túmulos siguen intactos y revelan un vínculo celestial que desafía al tiempo

MNStudio

Laura Palomo

Madrid - Publicado el

2 min lectura

Brú na Bóinne (“Palacio del Boyne”) es un conjunto arqueológico situado en el condado de Meath, Irlanda, que incluye los yacimientos de Newgrange, Knowth y Dowth. Su construcción data aproximadamente entre 3300 y 2900 a.C., lo que lo hace unos 500 años más antiguo que la Gran Pirámide de Guiza y alrededor de 1.000 años más antiguo que Stonehenge en el Reino Unido. 

Newgrange, el más famoso de los tres, permaneció prácticamente perdido durante más de 4.000 años hasta que en el siglo XVII fue objeto de saqueos de piedras. Fue restaurado entre 1962 y 1975 bajo la dirección del profesor Michael J. O’Kelly. 

Su montículo está hecho con piedra tallada y turba; su fachada incluye cuarzo blanco y granito transportados desde lugares remotos. En su interior hay un pasaje de unos 18 metros hacia una cámara funeraria cruciforme, cuyo techo ha resistido casi intacto durante unos 5.000 años. 

 El misterio de los astros: solsticio, luz… y significado  

Una de las características más sorprendentes de Newgrange es su orientación astronómica. Cada solsticio de invierno, los rayos del sol atraviesan el pasaje de entrada e iluminan el suelo de la cámara durante unos 17 minutos, un efecto cuidadosamente construido y mantenido por generaciones antiguas. 

Radharc Images

Newgrange

Knowth, aunque menos famoso para el gran público, le iguala en importancia arqueológica. Tiene dos corredores principales, uno de 34 metros y otro de unos 40 metros, cada uno llevando a cámaras funerarias independientes. En sus piedras decoradas se encuentran motivos como espirales, rombos y formas serpentiformes. 

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Knowth

Dowth, más modesto en decoración y con partes en peor estado de conservación, comparte también alineaciones solares especiales con Newgrange, especialmente visibles durante el solsticio de invierno.

 Patrimonio vivo: turismo, conservación y legado  

El complejo de Brú na Bóinne fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993, en reconocimiento de que es una de las concentraciones más importantes de monumentos megalíticos historiográficos en toda Europa occidental.

El Centro de Visitantes, cerca del pueblo de Donore, es la puerta de acceso para quienes desean explorar Newgrange y Knowth. Desde allí parten los tours guiados que cruzan el río Boyne para llegar a los monumentos. Se construyó para gestionar las visitas, conservar los restos y hacer accesible al público este patrimonio milenario. 

Aunque Dowth está más deteriorado y menos desarrollado para el turismo, su valor arqueológico permanece incuestionable. Los estudios siguen revelando pistas sobre quiénes construyeron estos túmulos, cómo vivían, qué creencias tenían y qué importancia daban a los astros. Brú na Bóinne no es solo un yacimiento: es un puente con el pasado remoto, un testimonio tangible de que hace milenios, el hombre ya imaginaba arquitecturas que desafían el tiempo.

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