La tía de Jesús que acompañó a la Virgen María junto a la Cruz

La Iglesia, que es Madre, siempre ha ejercido ese papel y ha puesto como ejemplo muchas santas mujeres que han alcanzado la santidad. El Antiguo Testamento canta a la mujer hacendosa que quien la halla tiene un tesoro, porque vale mucho más que las perlas, trabajo y se desvive por seguir adelante en su vida.

Hoy la Iglesia nos adentra en las Sagradas Escrituras para presentarnos a Santa María de Cleofás. Vive en el siglo I, ya que los Evangelios nos hablan de ella. San Juan relata que junto a la Cruz de Jesús, además de la Virgen, había algunas mujeres entre las que se encontraba María, la Madre de Cleofás, justo unos momentos antes de morir donde entrega a María como Madre de la humanidad en la persona del Apóstol San Juan.

Cleofás el hijo de la Santa Mujer que celebramos hoy, es uno de los discípulos que va camino de Emaús, a los que se aparece Cristo Resucitado. En otro Pasaje del Evangelio se menciona a María de Cleofás al aludir a algunas mujeres que iban con Cristo y sus discípulos. Y en otros momento del Evangelio se les relaciona que no muy lejos de la Cruz estaban mirando al Señor.

Se le relaciona con Santiago el menor como su madre. Por ello, al decir que este Santiago era pariente del Señor, se asocia a Santa María de Cleofás como tía del Maestro. Ella va con María Magdalena al amanecer del Domingo con la idea de ungir el Cuerpo del Señor ya que al entrar en la Pascua era imposible hacerlo en el momento de sepultarle. Es cuando el Ángel les anuncia la Resurrección dicéndoles que no tuviesen miedo. Al igual que el resto del grupo, no es que la tradición cuente algo especial de ella, pero sí se cree que difundió el Evangelio en compañía de otros discípulos.