Santoral

Santos Proceso y Martiniano

Dos mártires cristianos de Roma que probablemente vivieron en el siglo I, aunque las fechas exactas de sus muertes son desconocidas

Los frutos de la primitiva Comunidad Cristiana se muestran en innumerables conversiones y vidas entregadas por el Evangelio hasta llegar a la muerte. Hoy celebramos a los Santos Proceso y Martiniano. El Martirologio Romano nos los describe como los dos carceleros que custodiaron a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, antes de sufrir el martirio en la prisión Mamertita de los tiempos de Nerón.

El celo por la Buena Nueva del Evangelio, llegando incluso a dar la vida, fue siempre el eje del pescador de Galilea y de Saulo, Apóstol de los gentiles. Este entusiasmo contagió a quienes les rodeaban, hasta el punto de convertir a los propios centinelas como se puede comprobar. El impacto que causa en sus vidas oír que el Señor Jesús ha Resucitado de entre los muertos y que también vivificará nuestros cuerpos mortales, les hace sentir curiosidad por conocer más datos acerca del Hombre de Nazareth.

Así empiezan poco a poco un proceso de catecumenado hasta recibir el Bautismo, de una fuente que brota del suelo cuando Pedro traza el Signo de la Cruz, de forma milagrosa. Junto a ellos, se acercaron a la Fe otros 47 más, porque el ejemplo arrastra a seguir las endas del Señor, el Único que paga cien veces más y da la Vida Plena. Esta situación pronto será descubierta por uno de los jueces quien, llamando a los dos guardias, les insta a abandonar el cristianismo.

Al rechazar el mandato imperial, escupiendo incluso la estatua de Júpiter, son juzgados y condenados a morir decapitados, en la Vía Aurelia a las afueras de la ciudad. Una vez más la sangre de mártires será semilla de nuevos cristianos y su sacrificio no caerá en saco roto. Posteriormente las reliquias de los Santos mártires Proceso y Martiniano irán a la Iglesia que había sido levantada en su nombre.

dd/mm