SANTORAL 21 ENERO

La joven romana a la que intentaron quemar por su amor a Dios

Inés tenía muchos pretendientes en Roma. Pero era cristiana y eso le costó la vida. No lo consiguieron por el fuego

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Hoy nos acercamos hasta una Santa dentro del elenco de mártires de la persecución de la época primitiva que conmemoraremos en este período que va de finales de enero a principios de febrero. Junto a San Sebastián que recordábamos ayer, a San Blas, o Santa Águeda, que recordaremos próximamente, Santa Inés tiene un nombre está asociado al sustantivo latino agnes, derivado de agnus-i (que significa cordero).

Los datos sobre su vida la sitúan en el siglo IV morirá mártir, siendo muy joven. De origen noble, poseía muchas riquezas y bienes, por lo que tenía multitud de patricios romanos que buscaban pretenderla en matrimonio. Sin embargo, ella desistió cualquier compromiso alegando su Fe en Cristo, a pesar de hubiese muchos pretendientes que hubiesen querido casarse con ella.

Así empieza a tener dificultades, porque es acusada de cristiana, religión que no sólo prohibía, sino que también perseguía, el Imperio Romano. Por este motivo, intentan desviarla de la senda recta, usando todo tipo de estratagemas, de las que Inés sale victoriosa. Al ver que nada conseguían, la intentan quemar en una hoguera, pero ella sale ilesa milagrosamente. Entonces, muere decapitada en el año 304.

Después del Edicto de Milán, por el que se deja de perseguir la religión cristiana, la hija de Constantino, levanta una Basílica en su honor en la Vía Nomentana, extendiéndose su culto rápidamente. Tanto San Ambrosio de Milán como el Papa San Dámaso, dejan diversos escritos elogiando el testimonio de la Santa, que vivió las virtudes cristianas y humanas en grado heroico. También se halla incluido el nombre de Inés en el Canon Romano. 

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