Santoral

San Antolín, mártir y Patrono de Palencia

Al menos parte de su hagiografía es legendaria, y son pocos los datos precisos que de este santo se poseen

La etapa medieval profundiza en el favor de tantos Santos, al estilo del Patrón de España, Santiago Apóstol. Hoy conmemoramos a San Antolín de Amiens, de antiquísima tradición y de cuyos favores brotó el fervor hacia él. La tradición le sitúa como un artesano encargado de realizar tallados de piedra en la antigüedad. Su enfado con los adoradores de dioses paganos en la ciudad le obligan a marcharse, encontrando un ermitaño que le acoge.

De esta forma prosgue el Evangelio cuando resalta que si en un lugar no os reciben sacudíos el polvo de los pies porque ni tan siquiera queréis que se os pegue eso. Cuando retorna a la urbe contempla cómo se había incrementado la adoración a los dioses, lo cual le provoca un gran malestar hasta el punto de que destruye muchos de esos ídolos, que no eran sino hechura de manos humanas.

Por ello debe huir con más urgencia que la vez anterior, ya que ha chocado con los intereses que tenían aquellos metalúrgicos y artesanos. La contradicción no le abandona como a todo buen cristiano. En este momento el obispo le encarga que levante una Iglesia, lo que le cuesta que los enemigos de la Fe y de él, le asesinen, muriendo mártir por Cristo. Sus reliquias llegaron a Palencia.

Fue el rey Don Sancho quien las encontró, de forma milagrosa. Durante una cacería persiguió a un jabalí hasta una cueva. Allí le encontró y cuando le iba a dispar una flecha se le paralizó la mano, entendiendo que pisaba lugar sagrado. También encontró los restos de San Antolín. Por ello prometió edificar un templo allí si se curaba, petición que se cumplió, por lo que él también realizó su promesa. De ahí surge la Catedral palentina dedicada a San Antolín, el Patrono de Palencia.

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