Santoral

El Bautismo del Señor: Manifestación de la Trinidad

Seguimos en Tiempo de Epifanía y Manifestación de Dios. Hoy, Segundo Domingo después de la Natividad del Niño Jesús, es la Fiesta del Bautismo del Señor. Tal y como cuenta Evangelio, cuando Juan bautizaba en el Jordán, se presentó Jesús para ser también bautizado. Entonces el Precursor le dijo: “Soy yo quien tiene que ser bautizado por Ti”. Por su parte, Jesús le contestó: “Déjalo. Conviene que cumplamos con toda justicia”.

Entonces le bautizó. Cuando el Maestro salió del agua se abrieron los Cielos y bajó el Espíritu Santo sobre Él en forma de Paloma. En ese momento, se oyó la Voz del Padre desde una nube, diciendo: “Este es mi Hijo muy Amado. Mi Predilecto. Escuchadlo”. Esta es la Manifestación, no sólo del Cristo Adulto, sino también de la Santísima Trinidad. Juan Bautista dio testimonio de esto, y su testimonio es veraz, como resalta San Juan, evangelista.

De esta forma queda de manifiesto que el Bautismo de Juan no es sacramental, sino una forma de preparación para la Venida del Mesías, y que Cristo se hace bautizar, no porque tenga pecado, sino para presentarse al pueblo de Israel, al inicio de su Vida Pública. También es una prefiguración del Sacramento Bautismal, puesto que, como recuerda el Ritual, al descender Cristo en el agua del Jordán, desde entonces tiene poder de santificación.

Con esta celebración culmina el Tiempo de Navidad, dando paso al Tiempo Ordinario, el más largo del Ciclo Litúrgico, que se verá interrumpido el 14 de febrero con el Miércoles de Ceniza que abrirá paso a la Cuaresma. No obstante, aunque termine oficialmente el Tiempo navideño, la religiosidad popular mantiene en muchos lugares el Belén hasta el 2 de febrero, Fiesta de la Presentación del Señor. Esa festividad guarda relación con la Encarnación-Nacimiento y la Infancia de Cristo.


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