
Madrid - Publicado el
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La Celebración de este día no deja de hacer cierta alusión a los Santos Apóstoles Pedro y Pablo que celebrábamos ayer. Porque en esta jornada celebramos a los Santos Protomártires de la Iglesia Romana. La historia nos sitúa a la colonia de judíos que se había asentado en Roma respetados por todos, o al menos ignorados.
Pero una vez que Nerón asciende al trono imperial, las cosas cambian. Éste manda quemar sibilinamente la Ciudad sin dejar huellas de su decisión sanguinaria. Pero cuando el Senado, desconociendo la verdad, busca a los culpables, la responsabilidad recae falsamente sobre los cristianos.
A partir de entonces, se repara en su presencia y se inicia una cruel persecución contra ellos. Durará hasta el año 313 cuando el Emperador Constantino promulgue el Edicto de Milán con la libertad religiosa. Todos los seguidores del Evangelio, acusados de ser enemigos del Imperio son arrestados por orden de Nerón y llevados a las cárceles romanas, a la espera de su ejecución.
Unos serán crucificados, y otros caerán bajo la espada, e incluso serán llevados a las fieras. Tampoco faltarán los que sean utilizados para arder como antorchas en los palacios del César, utilizando con los niños la burla de forrarles con piel de cordero para que sean devorados por perros de presa.
Los cristianos buscan lugares de refugio evitando ser descubiertos. No obstante cuando lo son, todos se admiran de su valentía en el combate y en la muerte. Esto arrastra a otros paganos a acercarse a Dios y convertirse a la Buena Nueva.





