Corpus 2015: Que me atreva, Señor

Corpus 2015: Que me atreva, Señor

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Corpus 2015: Que me atreva, Señor

A dar la cara por Ti cuando, tantos rostros,

dicen ser de los tuyos y se esconden

a la hora de ser signo de tu presencia.

A ser custodia, de carne y hueso,

que ?cuando es mirada-

destella rayos de que Tú eres mi luz

de que, Tú, eres el motor de mis paso

de que, Tú, eres el secreto de mis palabras.

QUE ME ATREVA, SEÑOR

A ser pétalo de tu Evangelio

dejando, allá por donde pase,

un exponente de que soy de los tuyos

Un síntoma de que, tu Cuerpo y tu Sangre,

se funden en mis entrañas

y me empujan a ser un templo vivo

allá donde existe la muerte o el llanto.

QUE ME ATREVA, SEÑOR

Y, con mis fuerzas, cuanto pueda

a darte alabanza y honor

aun a riesgo de ser centro de la diana

de burlas y mofas

cuando, ante otros dioses de madera y cartón

no doblego lo más santo y fuerte que poseo: Tú.

QUE ME ATREVA, CUÁNTO PUEDA SEÑOR

A rendirme a tus pies

pero nunca rendirme de lo que pienso y creo:

Tú eres Rey, Tú eres Amor de amores

Tú eres cielo en la tierra y Palabra certera

en tantas noches oscuras

Tú mereces la gloria, sólo Tú,

cuando lo que nos rodea

nos invita a centrarnos sólo en la nuestra

QUE ME ATREVA, CUÁNTO PUEDA SEÑOR

A ser incienso de un Dios que no defrauda

Mano tendida para el que llama a mi puerta

Voz que anuncia y denuncia

Silencio que conforte en mil duelos

QUE ME ATREVA, CUÁNTO PUEDA SEÑOR

A manifestar, en este vacío mundo,

que Tú lo puedes llenar todo

cuando, el hombre y la mujer de este tiempo,

busque en la profundidad (y no en la superficialidad)

el Agua Viva que calma la sed de una vez por todas.

¡Bendito, Señor, sea tu nombre!

¡Bendita, Señor, sea tu presencia!

¡Grande, Señor, sea tu reinado en el corazón del hombre!

¡Única y para Ti, Señor, sea nuestra adoración!

Tuyos, siempre tuyos Señor,

en este día en el que tu Cuerpo y tu Sangre

hacen de innumerables rincones de nuestra tierra

un inmenso altar desde el cual hablas,

miras, callas, observas, lloras y bendices.

¡QUE ME ATREVA, CUÁNTO PUEDA SEÑOR!

Javier Leoz.

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