El pan de la vida

En nuestro examen de conciencia de esta semana proponemos reflexionar acerca de nuestro reconocimiendo de Cristo como pan de vida

Tiempo de lectura: 1’

“Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo, el que come de este pan vivirá para siempre” (Jn 6, 51)

  1. Jesús se ha revelado como el pan vivo que da la vida eterna. ¿Somos conscientes de la importancia de esta revelación o pensamos que nuestra vida puede sostenerse con otros alimentos?
  2. El maná alimentó al pueblo hebreo en su peregrinación por el desierto. ¿Vemos en Jesús el nuevo maná que ha de sostener nuestro camino por este otro desierto que nosotros estamos atravesando?
  3. En la oración que Jesús nos enseñó pedimos al Padre celestial que nos conceda el pan de cada día. ¿Reconocemos en ese pan la enseñanza y el ejemplo con que Jesús puede sostener nuestra vida?
  4. Vivir para siempre es una aspiración de toda persona. Cada uno de nosotros trata de asegurarla a su modo. ¿Somos conscientes de que recibir el pan que Cristo nos ofrece nos asegura la vida eterna?
  5. En nuestra sociedad se percibe una lamentable indiferencia ante el sacramento y el significado de la eucaristía. ¿Podemos encontrar algunas causas de este fenómeno y algunos desafíos que nos plantea?
  6. Con el himno del Congreso Eucarístico de Madrid repetimos la invitación: “Venid, adoradores, adoremos a Cristo Redentor”. ¿Estamos tratando de promover en nuestras comunidades la adoración al sacramento de la eucaristía?
  7. En la eucaristía recordamos y celebramos la entrega de Cristo por nosotros. ¿Estoy yo realmente dispuesto a entregarme a los demás como él nos enseñó?


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