El Bautismo
En nuestro «exámen de conciencia» de esta semana, reflexionamos y profundizamos acerca de nuestro propio nacimiento a la vida de la fe
Tiempo de lectura: 1’
“Este es mi Hijo amado, en quien me complazco” (Mt 3,17)
- En el bautismo de Jesús se nos revela la presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo en la historia de la salvación. ¿Somos conscientes de la intervención de la Santísima Trinidad en nuestra vida de fe?
- Jesús es el Hijo amado del Padre. Frente al carácter temible de las divinidades de otros pueblos y de otras culturas ¿percibimos y agradecemos la manifestación del amor del Padre celestial?
- El papa Francisco insiste una y otra vez en invitarnos a recordar y celebrar la fecha de nuestro bautismo. ¿Valoramos como se debe ese sacramento que evoca y significa nuestro primer paso por el camino de la fe?
- Conocemos a algunos amigos y familiares que no han pedido el bautismo para sus hijos. ¿Nos hemos preguntado qué significa y comporta esa indiferencia tanto en la familia como en la comunidad cristiana?
- Suponiendo que sepa la fecha exacta de mi bautismo, ¿cómo suelo yo celebrar ese aniversario de mi nacimiento a la vida de la fe?
- En la celebración de la Vigilia Pascual se nos invita a renovar las renuncias y las promesas bautismales. ¿Me he detenido a considerar lo que implican unas y otras?
- Aprecio la belleza del bautismo de niños y de adultos. ¿He reflexionado sobre el profundo mensaje que se trasmite en los gestos y los signos que integran esa celebración? ¿Lo he explicado alguna vez a otras personas?