Amor de Dios
Un nuevo examen de conciencia que nos pone delante y nos hace reflexionar sobre nuestras propias debilidades
Tiempo de lectura: 1’
“Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él,
sino que tengan vida eterna” (Jn 3,16)
- Tanto algunas tradiciones antiguas como una presentación moderna de la fe hacen difícil reconocer que Dios ama a este mundo. ¿Qué consecuencias puede comportar esa desconfianza?
- ¿En el ambiente en el que nos movemos es aceptada esa afirmación de que Dios entregó a su Hijo por amor?
- ¿Es admitida en nuestra sociedad la idea de que el ser humano puede perderse si no cree en el Hijo de Dios o se aceptan con tranquilidad otras imágenes y medios de salvación?
- La sociedad moderna pregona constantemente el valor de la vida terrena, pero ¿no se contradice al despreciarla y suprimirla con tanta frivolidad?
- Frente a las afirmaciones actuales del valor de la vida temporal, ¿se admite la idea y al valor de la vida eterna?
- En mi vida personal, que atención presto yo a esta frase que el evangelio de Juan incluye en el dialogo de Jesús con Nicodemo?
- ¿Qué desafíos plantea a la pastoral y a la catequesis de la Iglesia esta solemne afirmación evangélica?