El Custodio de Tierra Santa denuncia la situación crítica que vive Líbano: "La gente ya no vive de su trabajo"

El país se encuentra en una situación políticamente inestable, algo que afecta al momento de tomar las medidas económicas necesarias para solucionar los problemas de los ciudadanos

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El sacerdote franciscano Francisco Patton, custodio de Tierra Santa, ha denunciado la situación de escasez que vive Líbano ante la falta de combustible y alimentos.

Enfrentamientos entre sunitas y chiítas en Líbano durante las últimas horas, registradas en aldeas ubicadas al sur del territorio. Este fenómeno se suma a la gran crisis en la que se encuentra sumido el país, que ha provocado numerosos apagones eléctricos, colapso del sistema de salud y escasez de agua.



El país se encuentra en una situación políticamente inestable, algo que afecta al momento de adoptar las medidas económicas necesarias para solucionar los problemas de los ciudadanos. Circunstancia que culminó con la explosión en el puerto de Beirut en agosto de 2020, dejando un total de 30 víctimas mortales.

Un país entero en una situación crítica

Este contexto ha derivado en una escasez de alimentos que sitúa el precio del pan a la mitad del salario mínimo mensual en el territorio. Además, el 70% de las familias del país se encuentran en una situación de pobreza. "Las familias pobres probablemente necesitan al menos dos bolsas de pan al día porque no pueden permitirse alimentos nutritivos como el arroz, las lentejas y los huevos", denuncia el P. Patton.

"Encontré un Líbano postrado. El bloqueo del sistema político, construido sobre un equilibrio entre los componentes cristianos, musulmanes sunitas y musulmanes chiitas, ya no puede hacer funcionar el país, y luego la crisis económica y la devaluación han llevado a una erosión tal de los salarios que la gente ya no vive de su trabajo", explica el fraile.



Del mismo modo, el Custodio de Tierra Santa relata las penurias que se experimentan en el país para conseguir recursos básicos: "La gente pide ayuda con la comida, hace largas colas para conseguir algo de gasolina, ya no puede pagar las tasas escolares de sus hijos, por no hablar de la falta total de medicamentos y de atención sanitaria en general".

"En este momento, la Iglesia está ciertamente comprometida con la emergencia social, supliendo las carencias del Estado, gracias también al apoyo de la Asociación 'Pro Terra Sancta'", explica el franciscano, quien invita a los frailes de la región a "tratar de encontrar soluciones locales y a animar a las personas, incluso con proyectos de ayuda".

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