Los cuatro hermanos que serán recibidos por Papa Francisco: "Les llevamos las lágrimas de los enfermeros"

El Santo Padre ha invitado estos cuatros hermanos en el Palacio Apostólico para agradecer el trabajo que ha hecho el personal sanitario durante estos meses de pandemia

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Cuatro hermanos enfermeros, todos trabajadores en los hospitales entre la ciudad de Como y Nápoles, entregarán una "caja de lágrimas” al papa Francisco este viernes en una audiencia privada. Durante los meses de febrero y marzo los cuatro hermanos quedaban cada noche después de cenar hablando de la posibilidad de ser llamados en repartos Covid-19.

A finales de marzo, cuando los casos en la región de Lombardia, estaban aumentando fueron llamados como voluntarios en la reanimación de pacientes con coronavirus y no se lo pensaron dos veces.

"Estamos muy emocionados. Mi hermana quería que nos pusiéramos las batas del trabajo pero yo le dije 'no, por una vez que vamos a ver el Papa se las llevamos de regalo' ", cuenta Raffaele Mautone a Cope.es, enfermero del Hospital Cardiocentro de Lugano. El viernes tiene que ir a Roma, al Vaticano. El Papa Francisco lo ha convocado a él y a sus tres hermanos, todos empleados en hospitales, entre Como y Nápoles, y con ellos a toda la familia, para agradecerles la difícil tarea que llevaron a cabo, con valentía y dedicación, en los difíciles y dolorosos meses de emergencia sanitaria.

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"Nos gustaría quedarnos a comer con el Papa"

La carta los convoca para este viernes, al mediodía, en el Palacio Apostólico, con entrada desde la Plaza de San Pedro, en la columnata de derecha, en la famosa puerta de bronce. "Sería un sueño más quedarnos a comer con él", nos cuenta Raffaele.

«Mi hermano ya ha empezado el camino hacia Roma a pie, ahora está a 20 kilómetros de Viterbo. Yo quiero unirme a él para hacer los últimos cuarenta o cincuenta kilómetros hasta Roma. Desafortunadamente no he conseguido conciliar todo lo que nos ha pasado con las vacaciones que tenía y he tenido que retrasar este viaje que tanto había deseado, - nos cuenta Raffaele sobre los preparativos - entre los hermanos y la familia vamos a ser trece personas en total. Vamos a llevar nuestras esposas y nuestros hijos. El prefecto de la Santa Sede, Leonardo Sapienza, me dijo que el pontífice desea abrazarnos a todos. El detalle que nos alegra aún más es el hecho de que no estaremos en la gran Aula Nervi sino dentro de los espacios privados del Santo Padre”.

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El testimonio de Valerio caminando por la Vía Francígena

Cope.es ha podido hablar también con Valerio Mautone, el enfermero que está haciendo la Vía Francígena y que nos ha contado como nació esta experiencia y como han llegado al Papa Francisco: "Ha sido una experiencia profesional muy dura y he sufrido sobre todo momentos de crisis psicológica. He visto la solitud de muchas personas y, aunque tenia que aparece que no me afectase, volvía a casa y no podía ni hablar". Valerio nos ha contado también que durante los meses de marzo y abril sintió la solidaridad llegar por todas partes pero sobre todo sintió la cercanía del Papa Francisco: "La imagen de la bendición Urbi et Orbi no me la voy a olvidar en la vida".

Valerio estuvo 42 días en aislamiento restrictivo al haber contraído el coronavirus y ahora se encuentra haciendo la Via Francigena para llegar el viernes a Roma cuando se juntará con sus hermanos y su familia: "Habíamos escrito una carta al Santo Padre en mayo y a finales de junio nos llega una llamada desde el Vaticano diciéndonos que Papa Francisco nos quería encontrar a mi, a mis 3 hermanos y a nuestras familias".

Valerio concluye que no sabe lo que sentirá el viernes cuando verá Papa Francisco: "Seguramente muchísima emoción después de tantos meses de duro trabajo y queremos sobre todo llevarles el testimonio del trabajo de los enfermeros. Es un sueno que se realiza".

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La "caja de lagrimas" para el Papa Francisco

Raffaele durante estos días no ha parado de sonreír, una emoción que no deja de transmitir a su familia: "La realización de este sueño, el encuentro con el Papa, me lleva a decir a todas las personas que tienen uno, de sacarlo del cajón y que pongan esperanza y compromiso en él, porque entonces realmente se pueden hacer realidad”.

Al Papa le traerán, Raffaele y sus hermanos, una "caja de lagrimas" con dentro preocupaciones, angustias, sueños y alegrías. En su interior, en los últimos meses, los enfermeros han recogido escritos, pensamientos, cartas de quienes se han enfrentado directamente al coronavirus: los que han estado mal por la Covid-19, los que han trabajado en primera línea, los que han vivido la muerte de un familiar: "Yo he leído algunas de estas cartas y muchas serian dignas de ser publicadas.

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El testimonio del "veterano del Covid"

Por ejemplo, hay una carta de un paciente de Locarno que se considera “veterano del Covid”, porque estuvo hospitalizado 146 días, entre las estructuras en las áreas de Locarno y Lugano, y ha querido dejarme un escrito para decirme que, en el poco tiempo que nos conocimos, él encontró alivio solamente con mirarme a los ojos”.

Además de la caja el grupo de enfermeros le entregarán a Francisco ("al querido amigo Papa Francisco, está escrito en la portada de la caja") también la bata del hospital Cardiocentro con, bordado a mano, 2020 Año Internacional de los enfermeros: "Si las cartas representan las lágrimas y la bata es símbolo de sudor de todos los enfermeros, llevamos también con nosotros las ganas de vivir, el amor al prójimo" cuenta Raffaele para Cope.es

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