Bertone revela que intentó disuadir a Benedicto XVI de renunciar: "El Papa me lo dijo casi un año antes"

El cardenal Secretario de Estado emérito ha repasado con Eva Fernández su larga amistad con Joseph Ratzinger: "Era un hombre de consejos y de mucha valentía"

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Si hay alguien que ha estado muy cerca a Benedicto XVI durante sus ocho años de pontificado es quien fue su Secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone. En su residencia ha estado la corresponsal de COPE en el Vaticano, Eva Fernández, para entrevistarle y conocer su historia de amistad con Joseph Ratzinger.

Próximamente además se publicará en español por la editorial EUNSA el libro "I miei Papi" que está publicado en italiano. El cardenal Tarcisio Bertone vivió los momentos más destacados de la historia contemporánea del Vaticano y sigue siendo hoy un testigo del corazón de la catolicidad. Este volumen narra un viaje que incluye siete "encuentros" con los siete grandes Papas que han construido, en los últimos setenta años, la Iglesia en la que vivimos hoy. Hasta el Papa Francisco, que reconoció en Bertone "la experiencia serena y madura de un servidor de la Iglesia" que le ayudó, como Secretario de Estado en los primeros meses de su pontificado, "a poner en marcha un conjunto de relaciones institucionales dignas de un pontífice". Además, el prefacio se del cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la Cultura.

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Tarcisio Bertone ha repasado su larga amistad con Benedicto XVI, la cual se remonta muchos años atrás hasta que se convirtiese en el número uno de la diplomacia vaticana. Solo se mostró en desacuerdo con él una vez, en la primavera de 2012. Fue en ese momento cuando le confió su decisión de renunciar, madurada durante largo tiempo. Intentó disuadirlo, hasta que no pudo alargar más la decisión: “Es una decisión que suscitó asombro y consternación en todos […] la primera vez que me lo comunicó, después de una larga y meditada oración, Joseph Ratzinger pensaba sinceramente que estaba cumpliendo la voluntad de Dios y decidió poner su Ministerio Petrino en manos del Señor y del Colegio Cardenalicio”.

“Fue un hecho histórico que iba a inquietar la vida de la Iglesia, pero al mismo tiempo con su decisión declaraba que el verdadero guía, el verdadero Sumo Pontífice de la Iglesia, es Cristo y es él quien guía a la Iglesia”, ha subrayado Bertone.

El cardenal italiano vivió con mucha angustia y asombro el momento en el que Benedicto XVI le confesó que estaba pensando en la renuncia: “Me lo dijo en la primavera del año anterior, el 30 de abril de 2012. Me quedé sin palabras y al principio pensé que era algo pasajero y que no lo iba a confirmar. Le dije que no era el momento de hablar de esto y que lo íbamos a ver durante el año. Lo pospuse y luego lo hablamos otra vez, con mucha mayor meditación y tranquilidad, durante el verano en Castel Gandolfo en el mes de agosto. El Papa me confirmó enérgicamente su decisión”.



Bertone recuerda que Joseph Ratzinger quería anunciar antes de la Navidad su renuncia en 2012, pero el cardenal italiano aprovechó una promesa de Benedicto XVI: “Él había prometido completar la trilogía sobre Jesús de Nazareth, y junto con los dos primeros volúmenes prometió un volumen sobre la infancia de Jesús. Esta fue una de las razones que lo llevaron a posponer esta decisión, que era, sin embargo, ya irrevocable”.

Asimismo, Eva ha recordado la naturalidad de muchos de los actos de Benedicto XVI. Por ejemplo, los jueves por la mañana desayunaba con la conserje del edificio del Santo Oficio y cuando se convirtió en Papa, se encargó de buscarle una residencia donde pudiese estar cuidada.

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O la reacción a la traición de su asistente de confianza, quien filtró documentos importantes. Lo que nunca olvidará Bertone es la confianza que le mostró Benedicto XVI cuando le presentó la renuncia a la edad canónica prescrita, a los 75 años. El Papa le contestó con una carta en la que aseguraba que no quería privarse de su preciosa colaboración. Además, era una época en la que el cardenal Bertone estaba recibiendo muchas críticas por parte de los medios de comunicación

Escucha, consejo, amistad, mansedumbre y valentía”: estas son las palabras con las que Bertone describe al Papa Benedicto. “Era un hombre de consejos, sobre todo en las conversaciones personales y también por ejemplo en las Visitas Ad Limina de los obispos. Los obispos le pedían consejos espirituales, pero también consejos sobre el estilo de gobierno de la Iglesia, porque el Papa Benedicto, que era un gran intelectual, un escritor, un hombre espiritual, fue también un hombre de gobierno y supo abordar concretamente los problemas de gobierno de las iglesias locales”, recuerda Tarcisio Bertone

También le ha revelado a Eva Fernández lo que disfrutó sus viajes a España y su relación con nuestro país: “Recuerdo la amistad con algunos obispos y de manera especial con el cardenal Rouco Varela y con Antonio Cañizares, y por supuesto los tres viajes a España”. El primero a Valencia con motivo de la Jornada Mundial de las Familias en 2005, un “viaje inolvidable”. El segundo a Santiago de Compostela y Barcelona y el tercero a Madrid para la JMJ: “Fue un evento extraordinario”.


Un cardenal Bertone que recibió la noticia de la renuncia de Benedicto XVI un año antes de que se hiciese pública. Lo intentó convencer de muchas maneras para que no lo hiciese, pero era inevitable.

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