El Papa León XIV condena con profunda consternación la masacre de fieles en la República Democrática del Congo
El Santo Padre, a través del cardenal Pietro Parolin, transmite su cercanía espiritual y llama a que el sacrificio de los mártires sea semilla de paz para el pueblo congoleño
Telegrama del Santo Padre a firma del Cardinal Secretario de Estado, Pietro Parolin
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En la noche del 26 al 27 de julio de 2025, al menos 43 personas fueron asesinadas en un ataque perpetrado por el grupo armado Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) en la localidad de Komanda, provincia de Ituri, en la República Democrática del Congo (RDC). Muchas de las víctimas se encontraban refugiadas en la Parroquia Bienheureuse-Anuarite, lugar que fue atacado deliberadamente mientras se celebraba un acto de culto cristiano.
La Misión de las Naciones Unidas en el Congo (MONUSCO) ha calificado el ataque como crimen de guerra, recordando que las agresiones deliberadas contra civiles desarmados y lugares de culto constituyen violaciones graves del derecho internacional humanitario. El ataque provocó incendios en viviendas, secuestros y una crisis humanitaria que sigue en desarrollo. La comunidad cristiana en Ituri ha quedado gravemente golpeada.
Masacre en el Congo
Telegrama desde el Vaticano
El Santo Padre León XIV, a través de un telegrama firmado por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, expresó su profunda aflicción ante la noticia de la masacre. Dirigido a monseñor Fulgence Muteba Mugalu, presidente de la Conferencia Episcopal del Congo (CENCO), el mensaje expresa la cercanía espiritual del Papa a las familias de las víctimas y a toda la comunidad cristiana afectada.
El pontífice se une al duelo del pueblo congoleño, asegurándoles sus oraciones y bendiciones apostólicas. En el texto, el Papa pide que la sangre de los mártires “sea una semilla de paz, reconciliación, fraternidad y amor” para la nación congoleña, e insta a intensificar los esfuerzos por el desarrollo humano integral en la región.
La carta es también un llamado a la esperanza y a la fe en medio de la tragedia. El Papa recuerda que el sufrimiento de los inocentes no es en vano y puede transformarse en fuerza espiritual para la reconstrucción de una sociedad basada en la justicia y la dignidad.
Masacre en el Congo
La fe no se apaga
A pesar del terror, la comunidad cristiana de Komanda no ha dejado de orar. Las misas de homenaje, los cantos y los rezos públicos se han multiplicado en los últimos días, convirtiendo el dolor en una fuerza de resistencia espiritual frente al odio y la destrucción.
Líderes religiosos locales han recordado el testimonio de los mártires como un acto de fidelidad inquebrantable. La figura de la beata congoleña Anuarite Nengapeta, patrona de la parroquia atacada, ha sido invocada como símbolo de perdón, coraje y fidelidad cristiana hasta la muerte.
Desde el Vaticano, el Papa León XIV ha instado a los fieles de todo el mundo a unirse en oración por el Congo, como muestra de solidaridad y comunión universal.