León XIV ensalza la "Partita del Cuore" como ejemplo de cómo el deporte une más allá del rival y construye puentes entre culturas
El Papa León XIV subrayó que el deporte puede transformar tensiones sociales en oportunidades de diálogo, superando barreras políticas, culturales y religiosas
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La "Partita del Cuore" (Partido del Corazón) celebrado ayer 15 de julio en el Estadio Gran Sasso d’Italia‑Italo Acconcia de L’Aquila enfrentó al Equipo Nacional de Cantantes contra el Equipo Nacional de Políticos. Bajo el lema "partido y corazón", este encuentro ha reunido a celebridades del mundo de la música y representantes políticos con un fin benéfico: recaudar fondos para el Proyecto Acogida, impulsado por la Fundación Bambino Gesù y Cáritas Italiana, que brinda apoyo a niños hospitalizados y sus familias
El deporte: lenguaje universal para la fraternidad
En su intervención ante atletas y representantes de federaciones deportivas, el Pontífice destacó que el deporte "habla un idioma que todos comprenden" y permite acercar a personas de orígenes muy diversos. Según el Papa, esta práctica enseña valores como el respeto, el esfuerzo colectivo y la superación personal, fundamentales para construir una sociedad más inclusiva.
León XIV elogió especialmente a quienes, desde el deporte amateur hasta el profesional, promueven la integración y el respeto por la dignidad humana. "Los campos de juego pueden convertirse en lugares donde se sanan heridas sociales", afirmó.
Uno de los asistentes, un entrenador de refugiados afincado en Roma, aseguró: "He visto cómo un balón puede unir a chicos que antes no se hablaban por prejuicios culturales".
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Transformar el conflicto en encuentro
El Papa insistió en que el deporte puede ser un instrumento de reconciliación. "Allí donde hay rivalidad o desconfianza, el encuentro deportivo puede abrir caminos de escucha y de entendimiento", dijo. Subrayó que esto no implica evitar la competición, sino ponerla al servicio de una cultura de paz.
León XIV recordó que el deporte ha tenido históricamente un papel mediador en contextos de división, y alentó a las instituciones a apostar por su dimensión social más allá de los intereses económicos.
Asimismo, pidió que se garantice el acceso al deporte para todos, especialmente para niños en situación de pobreza, migrantes o personas con discapacidad.
Un llamado a los jóvenes: competir sin excluir
Dirigiéndose especialmente a las nuevas generaciones, el Papa alentó a practicar un deporte que no discrimine ni fomente el odio. "La victoria pierde sentido cuando se alcanza excluyendo o humillando al otro", afirmó. También pidió que se combata el racismo en los estadios y se apueste por una afición más respetuosa.
"Que los jóvenes no solo sueñen con ser campeones, sino con construir un mundo más justo desde la cancha", dijo León XIV, en un mensaje que fue aplaudido por los presentes.