El testimonio de Memé, tetrapléjica desde los 2 años: "Nos ha enseñado a amar y vivir con esperanza"

Memé ha compartido su testimonio de vida junto a su hermano sacerdote, José María. Pese a las dificultades, ha salido adelante gracias al amor que le ha insuflado Dios y su familia

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Mercedes Alsina (Memé, como le apoda su familia cariñosamente) tiene 42 años, pero con tan solo dos años y medio su vida dio un giro de 180 grados. Empezó a encontrarse mal por el ataque de un virus. No podía moverse ni respirar. Estuvo en el hospital intubada. Los médicos le diagnosticaron tetrapléjica. La esperanza de vida para Memé no era más allá de los quince años, y siempre 'atada' a una máquina para poder respirar.

Pero este contratiempo y a las limitaciones físicas, Memé lleva una vida plena. Ha estudiado una carrera y trabaja. Y lo más importante, está pudiendo disfrutar de su familia, exprimiendo cada momento junto a ellos: “Siempre he deseado todo aquello que podía hacer y ha sido muchisimo”, ha asegurado en 'Ecclesia al día'.

Uno de los hermanos de Memé es José María Alsina, sacerdote en Toledo. Para el presbítero, Memé es “un corazón que nos ha enseñado a amar a todos, y de ello nos hemos nutrido mis padres, mis hermanos y sus 25 sobrinos”, ha explicado.

“Es una vida limitada pero a la vez con muchos frutos”

José María tenía doce años cuando Memé ingresó en el hospital con un hálito de vida. Aquel 12 de junio de 1982 le marcó: “Veíamos que en muchos momentos se nos iba, pero pronto se convirtió en motivo de continua alegría y esperanza, porque iba superando dificultades. Nos abrió una perspectiva inmensa a la familia para vivir esta vida con una actitud de esperanza”, ha relatado.

Para el sacerdote, si algo ha enseñado Memé a la familia, es que hay que acoger con esperanza cualquier tipo de dificultad, pero a la vez, les ha enseñado a amar al prójimo: “Tenemos una mirada compasiva hacia este mundo”.

Este amor hacia los demás de la familia es un verdadero motivo de orgullo para Memé, quien recuerda cómo todos ellos “se han entregado con su enfermedad”, lo que les hizo desarrollar esa vocación “de servicio a los demás”. “Es una vida limitada pero a la vez con muchos frutos”, ha recalcado Memé.

"He visto la enfermedad no como una limitación, sino como aquello que tiene de bueno"

En este sentido, José María subraya también entre las enseñanzas de Memé su “actitud de humildad” a la hora de dejarse cuidar por los demás: “Estamos en actitud reverencial con nuestros padres por cómo han cuidado a Memé. Le han cuidado porque se ha dejado cuidar y es una enseñanza que me ha ayudado en mi vida como cristiano y sacerdote, que la vida es dar y dejarse ayudar para entregarse”, ha comentado.

La fe siempre ha estado en el centro de la familia Alsina, y que se ha hecho presente no solo a través del sacerdocio de José María, sino que otra hermana es monja. Durante la estancia de Memé en el hospital la primera vez, fue cuando su hermano hizo su primera promesa a la Virgen.

“Le prometí que entregaría mi vida a ella si curaba a mi hermana”. Memé no se curó, pero a través de ella descubrió la belleza del sacerdocio: “El sacerdote es el que llena el corazón de las personas para que pese a que sus brazos y piernas no se muevan, siempre tengan esperanza. El sacerdote es el que lleva el mensaje de esperanza, que es la fe en Jesucristo”, ha remarcado.

Esa esperanza y fe es lo que ha permitido a Memé afrontar la tetraplejia con esperanza, enfocada en lo que puede hacer: “Mis padres me han educado en disfrutar de lo que tengo en mi vida pese a las limitaciones, y no decir qué pena por no poder hacer algo. Siempre he deseado aquello que podía hacer y ha sido muchisimo. Con 99% de limitación toodo lo que he podido hacer es un regalo de Dios. He visto la enfermedad no como una limitación, sino como aquello que tiene de bueno. No es que quiera estar enferma pero he visto, gracias a la fe, de que la enfermedad tiene sus partes buenas también”, ha expresado en 'Ecclesia al día'.

“En nuestro mundo la carencia que hay es de amor"

Pese a que Memé ha aceptado conceder la entrevista en el programa de TRECE, lo cierto es que no es muy dada a compartir su testimonio. No obstante, José María siempre le invita a hacerlo para transmitir esperanza: “Su presencia es silenciosa porque no le gusta dar testimonio, pero en una de las ocasiones que estuvo muy grave le dije que si el Señor te da vida, tienes que aprovecharlo para decirle a la gente lo que tienes en el corazón, porque hoy el mundo necesita personas, miradas, palabras como las que tu siempre dices”, le ha dicho en directo.

Cuestionado por el mensaje que transmitiría a las familias que están atravesando por dificultades, el sacerdote aconseja amar y dejarse amar: “En nuestro mundo la carencia que hay es de amor, y en medio de las dificultades que vean que hay una llamada a amar al que sufre y dejarse amar el que sufre. Cuando uno ve sufrir mucho a una persona le parece que no va a ser capaz de amar más, pero ahí tenemos el tesoro inmenso de la escuela del amor de Jesús”, ha recordado.

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