Omella propone “un cheque escolar” que evite los recortes en la concertada y garantice la libertad educativa

En su discurso inaugural, el presidente de la CEE "apuesta" por un modelo educativo "que presente a jóvenes una propuesta de sentido, y no sucedáneos ideológicos interesados"

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Vamos a seguir trabajando activamente en el importante servicio de formar y cuidar a los pastores que tienen la preciosa, urgente y necesaria misión de acompañar espiritualmente a los laicos y trabajar codo a codo con ellos y con los consagrados en la misión recibida del Señor de evangelizar y humanizar la sociedad”. Con estas palabras el cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Barcelona, ha comenzado su discurso inaugural en la 121 Asamblea Plenaria de los obispos españoles.

El presidente de la CEE ha compartido" el reto más importante que tenemos ahora es despertar en las multitudes de laicos la vocación que han recibido de Jesucristo para que, unidos a Él, ejerzan su misión de ser sal y luz para el mundo, de ser la levadura que transforme la sociedad para hacerla más humana, digna y fraterna”.



Un mundo donde son muchos los que sufren

En un mundo en el que “son muchos los hermanos y hermanas que sufren”, la resurrección “es la prueba de que tiene sentido una vida entregada a Dios y a los hermanos hasta la muerte. Jesucristo, a través de cada uno de nosotros, tiene sed de ese encuentro con los hermanos y hermanas que sufren, que buscan sentido, paz y felicidad, aquellos que están perdidos o atados, con todos aquellos que experimentan la insatisfacción ante un mundo que no es el paraíso”. Nuestro mundo “necesita que los cristianos vivamos, con humildad y sin complejos, el gozo Pascual, regalo del Resucitado”.

El cardenal Omella ha invitado a anunciar la esperanza que nace del Evangelio y en “el contexto de este mundo convulso” ha propuesto el documento Evangelii Gaudium, que es “más actual que nunca”, con el que el papa Francisco “desea despertar en nosotros el anhelo evangelizador”.


“Creemos que estamos viviendo el inicio de una nueva primavera del Espíritu” ha anunciado el presidente de la CEE. Los obispos en zonas urbanas “constatamos” un “creciente anhelo de Dios”. Si la secularización fue del mundo urbano al rural, “esperamos" que el deseo de Dios que emerge en las ciudades llegue también al mundo rural. Es el momento de desvelar “el verdadero rostro de la Iglesia: un hogar de «puertas abiertas», una «casa paterna en lugar de aduana». Ante la «globalización de la superficialidad» es el momento de ayudar a descubrir que nuestra vida tiene un propósito, un sentido, una meta”.

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Jubileo de 2025

La CEE también se prepara para el Jubileo Ordinario del 2025, «Peregrinos de la Esperanza». El cardenal Omella ha animado a leer los “Cuadernos del Concilio” con los que el Dicasterio para la Evangelización acerca –en 34 cuadernillos- las 4 Constituciones del Vaticano II. La BAC ha publicado estos materiales, que también se pueden descargar en la página web cuadernosdelconcilio.com.

La conversión pastoral y misionera de la que habla el Papa “pasa en primer lugar por los ministros ordenados. “Tenemos —ha puntualizado— un reto muy importante con la formación y acompañamiento a los seminaristas y ministros ordenados”. Las conclusiones de la visita apostólica a los seminarios a propuesta del Santo Padre “nos ayudarán a mejorar el itinerario formativo”. Los obispos “vamos a seguir trabajando” en “el importante servicio de formar y cuidar a los pastores”.


Acompañar a los laicos en la misión evangelizadora

La plenitud del compromiso laical es “la transformación cristiana del mundo”. El reto es despertar su vocación “para que ejerzan su misión de ser sal y luz para el mundo, de ser la levadura que transforme la sociedad para hacerla más humana, digna y fraterna. Ellos son el rostro, la voz y los brazos de Dios en medio del mundo”. “Queremos animar a los laicos —ha puntualizado—a alentar un movimiento social a favor del bien común” y su presencia pública “en los ambientes e instituciones civiles donde viven”.

Por un lado, ha animado a proponer la familia como fuente de cohesión social y de vida, ya que “es la comunidad más original, profunda y universal de la humanidad”. Lo moderno y lo familiar “se han presentado como polos opuestos”. Además, asegura que los obispos "apuestan" por una educación gratuita “con independencia de la titularidad privada o pública del centro y del modelo educativo”. El cardenal Omella ha señalado que “observamos que el modelo educativo vigente no asegura adecuadamente la libertad de las familias y la neutralidad del Estado” garantizadas por nuestra Constitución. Además, “nuestro sistema de enseñanza concertada” está “siempre en riesgo de ser recortado o de sufrir arbitrariedades por parte de los poderes públicos”.

"¿No podría ser el cheque escolar la verdadera neutralidad y libertad que pedimos a la Administración competente?", ha planteado Omella, al tiempo que ha advertido de que el Estado tiene "el deber de respetar el principio de subsidiariedad y evitar identificarse con un determinado modelo educativo, adscripción ideológica, o titularidad de la escuela".

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La defensa de la vida

Otra propuesta para los laicos es “trabajar intensamente” para concienciar a nuestra sociedad sobre la importancia de acompañar la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural, aumentando los cuidados cuando la vida es más vulnerable. Son situaciones “de especial vulnerabilidad” el inicio de la vida; los refugiados e inmigrantes; la enfermedad mental; la ancianidad; y el final de la vida.

“Es una grave equivocación” plantear que “eliminar una vida humana pueda ser solución para algún problema”. Es necesaria “una serena reflexión que vaya a las raíces del problema y busque alternativas reales y ayudas económicas significativas para que las madres que afrontan, muchas veces en soledad, un embarazo inesperado, no tengan que recurrir al aborto”. También tiene que ser considerado con hondura “el alarmante aumento de suicidios, de manera especial entre los más jóvenes”.

Una vez más, “manifestamos nuestro rechazo “a la ley que regula la eutanasia” y “pedimos” una “ley integral de cuidados paliativos y de ayudas dignas a la dependencia que, contando con los recursos necesarios, permita acompañar de manera verdaderamente humana a las personas en la fase final de su vida”.


La Iglesia contra los abusos sexuales

El cardenal Omella ha reiterado “nuestra humilde y sincera petición de perdón a las víctimas, la Iglesia en España está comprometida en la protección de menores y en la prevención de abusos sexuales cometidos, tanto en el marco de su actividad, como en toda la sociedad”. “Hemos pedido perdón por ese gran pecado y seguiremos pidiéndolo. Pero no basta con pedir perdón, “queremos que esa lacra desaparezca de nuestra sociedad. Por ello, seguimos colaborando con los jueces, la fiscalía y el defensor del pueblo, aportando toda la información de la que disponemos y activando nuestros protocolos”.


Jornada Mundial de la Juventud Lisboa 2023

El presidente de la CEE ha hecho “una llamada a la oración intensa por la paz y el fin de las guerras en Ucrania y en tantos otros lugares del mundo afectados por tantos conflictos”. Trabajar por la paz implica “defender la verdad, promover la justicia, y proponer (con la ayuda de Dios) la posibilidad del perdón. La guerra no debe tener nunca la última palabra”.

Las últimas líneas del discurso han sido para los jóvenes que “tienen mucho que decirnos” y que “son el presente y el futuro de la Iglesia y del mundo”. La Iglesia “quiere estar muy cerca de ellos, acompañarlos en este momento vital tan importante cuando tienen que tomar decisiones que van a afectar el resto de sus vidas. Los jóvenes cristianos están llamados a ser el rostro, los brazos y las manos de Jesucristo resucitado”.



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