La Iglesia se une a la conmemoración del Día de la Discapacidad: "Si tú faltas, no estamos todos"

"Ocupa tu lugar en la Iglesia, porque haces falta". Con esta invitación, la CEE asegura que todos somos responsables de "de llevar al mundo el mensaje de la salvación"

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Hay un lugar donde eres tan querido como en tu casa, que quiere que te sientas como en una familia donde no hay distancias ni se encuentran barreras”. Con este mensaje, la Conferencia Episcopal Española desde el Área para la discapacidad de la Comisión para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado se une este 3 de diciembre al Día internacional de las Personas con discapacidad.



La minoría más amplia del mundo

Según Naciones Unidas, una de cada siete personas del mundo sufre algún tipo de discapacidad y el 80 por ciento de estas personas viven en países en vías de desarrollo. En estos países, las condiciones económicas y sociales incrementan los problemas de marginación y discriminación que sufre este colectivo que constituye “la minoría más amplia del mundo”.

La inclusión de la discapacidad es condición esencial para el respeto a los derechos humanos, el desarrollo sostenible, la paz y la seguridad. También es una cuestión clave para cumplir con la promesa de "no dejar a nadie atrás". Respetar los derechos de las personas con discapacidad no es solo una cuestión de justicia, sino una inversión en nuestro futuro común.

Por eso, desde el departamento, ofrecen la acogida de la Iglesia: “Laicos, religiosos, sacerdotes, obispos y todo el Pueblo de Dios colaboran con su misión. Cada uno con sus capacidades y sus dificultades, todas reunidos para ser enviados al mundo con el mensaje de la esperanza de la salvación”, explican en la campaña que han preparado para la conmemoración de esta joranda.


Acompañar a personas con discapacidad

Las tradiciones, las costumbres y, fundamentalmente la ignorancia, sumadas a la falta de servicios y de recursos para defender sus derechos, llevan a que las personas con algún tipo de discapacidad tengan menos oportunidades económicas, peor acceso a la educación y tasas de pobreza más altas. “Acompañar, apoyar y dotar de oportunidades a la minoría más amplia del mundo” es, también, objetivo de la Iglesia. “De ese mensaje, tú no eres solo el destinatario. Tú también eres testigo y debes hacerlo tuyo porque haces falta. Si tú no estás, no estamos todos”, aseguran en la campaña.


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