Estas son las diez razones 'definitivas' para elegir la asignatura de Religión
A raíz del último Informe de la Fundacion SM, resulta evidente que la materia no es un tema problemático. Más bien al contrario, ya que se valora positivamente

Estas son las 10 razones para elegir la asignatura de Religión
Publicado el - Actualizado
4 min lectura
La Fundación SM ha publicado un Informe sobre la asignatura de Religión en el que ha encuestado a más de 18.800 de sus protagonistas: profesores, estudiantes y familias, así como a antiguos alumnos y futuros profesores de Religión.
Los resultados de este estudio revelan que, a juicio de sus protagonistas, la clase de Religión no es un tema problemático; al contrario, opinan que funciona razonablemente bien y valoran positivamente sus contribuciones educativas.

Los 10 motivos para elegir la asignatura de Religión
A raíz de la presentación del informe de la Fundación SM queremos ofrecer diez motivos por los cuales resulta positivo elegirla:
1 – En primer lugar, la asignatura de Religión no hay que confundirla con una clase de catequesis. No se trata de enseñar las oraciones ni a rezar, sino que muestra la historia de la religión católica y del resto de confesiones. Esto es parte de la historia tanto de la humanidad como de la española. Ignorar la influencia del cristianismo como base de nuestra cultura y nuestra historia, es negar la realidad.
2 - Según se puede leer en los resultados del Informe de la Fundación SM, ocho de cada diez alumnos de Religión afirman que la asignatura les ayuda a ser más tolerantes y mejores personas. Además, la mitad de los alumnos de los centros públicos encuestados asegura que en su clase hay alumnos de otras religiones, contribuyendo así a “la formación ética y la ciudadanía global”, como sostiene la mayoría de los profesores de Religión.
3 - El objetivo de la asignatura de Religión no es ni adoctrinar, ni hacer proselitismo, sino proporcionar al alumnado, sean o no creyentes, unos contenidos objetivos, razonables y científicos sobre el hecho religioso, las creencias y la historia de las distintas tradiciones culturales y religiosas que configuran nuestras sociedades plurales, y que el alumnado tiene que conocer, comprender y respetar para convivir como ciudadanos libres.
4 – En la inmensa mayoría de los países europeos y democráticos se imparte la asignatura de Religión, tanto en los niveles de Primaria y Secundaria como en el Bachillerato y está asentada en el currículum de los colegios con total normalidad.
5 – Lo que sí está claro es que la asignatura de Religión educa a los alumnos como ciudadanos libres, críticos, participativos y solidarios con los que sufren las desigualdades e injusticias de esta sociedad, invitándolos a crecer en valores como el respeto al diferente, la defensa de la dignidad humana y el compromiso por la justicia, la paz, la ecología y la fraternidad.
6 - La elección de seguir la asignatura de Religión no supone, en modo alguno, un incremento de la cantidad económica que se paga en un colegio concertado ni privado, y obviamente tampoco en el público.
7 – Según el último Informe de la Fundación SM más de la mitad de los alumnos valora la clase de Religión como necesaria para su educación y dos de cada tres alumnos consideran que gracias a las clases de Religión conocen otras religiones. La mitad valora que les ha ayudado a conocer la Iglesia. También a dos terceras partes de los alumnos, la clase de Religión les ha ayudado a creer en Jesucristo. En cuanto a otros temas que aborda la enseñanza de la religión, 85% de los estudiantes se muestra preocupado o muy preocupado por la justicia y la solidaridad y tres cuartas partes muestra interés por la ecología y protección de la naturaleza.
8 - Los contenidos académicos que se enseñan en la asignatura de Religión pueden completar y hacer comprender mejor los que se imparten en otras asignaturas como Ciencias Sociales, Historia, Arte, Filosofía, Lengua y Literatura, Música. La propuesta educativa que la CEE ha enviado al Gobierno va justo en esta idea de que “todos los alumnos tengan un área, un espacio para la dimensión personal y de moralidad” subrayó hace unas semanas el obispo de Lugo, presidente de la Comisión Episcopal para la Educación y cultura, Mons. Alfonso Carrasco.
9 – La asignatura de Religión genera miles de puestos de trabajo para los docentes. Y hay que remarcar que todo el profesorado de Religión es graduado o licenciado, posee el Máster oficial de capacitación pedagógica y, además, una diplomatura o licenciatura en Teología o Ciencias Religiosas. Son profesionales con una profunda vocación docente.
10 – Y por último, no menos importante, es un derecho que debe garantizar el Estado a los padres para que los hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones; derecho que emana del art. 18 y art. 26.3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, del art. 27.3 de la Constitución Española y del art. 2 de la Convención Europea para la salvaguarda de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales.