Escucha, tiempo y equilibrio, las tres recetas para afrontar la salud mental de niños y adolescentes: "Requiere una atención prioritaria”

El doctor en Psicología Gustavo Rodríguez ha publicado 'La salud mental de niños y adolescentes', donde aborda los desafíos que enfrentan las familias con casos de ansiedad, depresión y adicciones digitales entre menores

José Melero Campos

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En un momento en el que los problemas de salud mental entre niños y adolescentes aumentan de forma alarmante, el doctor en Psicología y director del proyecto de Inteligencia Emocional del colegio 'Beata Mariana',  Gustavo Rodríguez ha publicado su libro 'La salud mental de niños y adolescentes'.

En 'Ecclesia al día', Rodríguez ha abordado los principales desafíos que enfrentan las familias ante el creciente número de casos de ansiedad, depresión, conductas autolesivas y adicciones digitales entre menores. Según el experto, más allá del fenómeno tecnológico y social, la raíz de muchos de estos problemas reside en un vínculo emocional deteriorado entre padres e hijos.

“Una de las cosas principales que los niños me cuentan en consulta es que sienten una falta de algún vínculo con alguno de los padres”, explica. A veces esa carencia responde a una realidad objetiva, como la de padres ausentes o sobreocupados, pero en otras ocasiones se trata de una percepción subjetiva del niño. “Aunque no sea real, lo está sintiendo así. Y esa sensación es suficiente para que necesite otra forma de relación con sus padres”, ha alertado.

 “Hay padres que tienden a sobreproteger y eso genera más ansiedad en el niño"  

Su libro no solo se centra en diagnosticar el problema, sino también en ofrecer herramientas concretas a las familias. Desde identificar síntomas tempranos hasta saber cómo reaccionar ante una confesión delicada del menor, como puede ser una autolesión. Rodríguez insiste en que no basta con estar presentes físicamente: “El niño necesita un tiempo y un espacio donde se sienta escuchado y comprendido”.

La conversación con los hijos, afirma, debe desarrollarse en un ambiente de calma, sin juicios ni reacciones exageradas que puedan disuadir al menor de abrirse emocionalmente. “Hay niños que te empiezan a contar alguna cosa, y si tú les respondes con un ‘¿pero qué me estás contando?’, ese niño no va a continuar hablando”, advierte.

En un entorno digital que expone precozmente a los menores a contenidos inadecuados como la pornografía o los juegos adictivos, la reacción de muchos padres oscila entre la sobreprotección y el desapego. Gustavo Rodríguez es crítico con ambos extremos. “Hay padres que tienden a sobreproteger y eso genera más ansiedad en el niño. Y otros que se despreocupan del todo, o que dicen ‘esto no va conmigo, esto es de tu generación’”.

El psicólogo y docente plantea como modelo ideal un equilibrio entre la cercanía emocional y la firmeza en los límites, sin caer ni en la permisividad absoluta ni en el autoritarismo. “La mayor normalidad posible”, sugiere, entendiendo que la situación es preocupante, pero también que se necesita serenidad para afrontarla.

 "El niño es un menor, requiere una atención prioritaria”  

Parte esencial de su propuesta es la formación. El autor de 'La salud mental de niños y adolescentes' organiza charlas gratuitas para padres con el objetivo de “difundir y concienciar”, convencido de que la información es el mejor antídoto contra el miedo. “Cuando conoces cuáles son los problemas, cómo se están produciendo esa ansiedad, esa depresión, esas autolesiones, tienes menos miedo a afrontarlo y menos miedo a hablarlo con tranquilidad con los niños”.

La clave está, asegura, en generar un ambiente familiar donde el niño se sienta prioritario. “Cuando la familia no está bien, hay una dificultad para atender y escuchar al niño. Pero es que el niño es un menor, requiere una atención prioritaria”, insiste.

Rodríguez no ofrece fórmulas mágicas, pero sí una receta clara: tiempo, escucha activa y aceptación de la realidad. “Aceptar que está siendo así y, con la mayor tranquilidad posible, acercarte a hablar con tu hijo”.