La diócesis de Málaga lamenta los muertos en Melilla y denuncia la política migratoria de España y Marruecos

En un comunicado, la Delegación Diocesana de Migraciones malagueña ha mostrado su preocupación por la criminalización existente hacia los migrantes por parte de la sociedad

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La diócesis de Málaga ha mostrado su consternación por la muerte de 18 personas y más de un centenar de heridos que hasta el momento se han producido en el asalto a la valla de Melilla de este viernes, según fuentes marroquíes.

La Delegación Diocesana de Migraciones malagueña ha lamentado que el asalto haya tenido lugar en “unas circunstancias muy violentas, en ambos lados de la valla”, y ha mostrado su preocupación por la situación que se está viviendo en la ciudad marroquí de Nador por “el trato inhumano que están recibiendo estas personas, mientras se les impide solicitar asilo”.

La diócesis de Málaga ha denunciado que tanto España como Marruecos han eliminado “la dignidad humana en nuestras fronteras, sosteniendo a toda costa que hay que evitar la llegada de personas migrantes, olvidando las vidas que se desgarran por el camino”, se puede leer en el comunicado.

A juicio de la Delegación de Migrantes, las autoridades no pueden eludir su responsabilidad ante estos hechos, ya que recuerda que “muchas de estas personas vienen huyendo de la guerra, de persecuciones y conflictos, la falta de vías seguras para solicitar asilo han ocasionado estas muertes, los heridos y la alarma social”.

Así las cosas, exigen a las autoridades en el comunicado “la protección de los refugiados, como marcan los tratados internacionales. Más de 100 refugiados se encuentran en el CETI de Melilla a la espera de que se decida o no su devolución a un país en el que han sufrido -y sufrirán- torturas y tratos inhumanos”.

Por otro lado, han mostrado su preocupación por la creciente criminalización existente hacia los migrantes por parte de la sociedad: “No son considerados suficientemente dignos para participar en la vida social como cualquier otro, se ha olvidado que tienen la misma dignidad que nosotros”.

En este contexto, la diócesis andaluza hace alusión a las palabras del Papa Francisco, que calificó de inaceptable “que un cristiano comparta esta mentalidad, nuestra fe está por encima de cualquier posición política y nos exige respetar la dignidad de cada persona, con independencia de su origen, color o religión. Nuestra actitud se debe regir por la ley suprema del amor fraterno”.

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