Descárgate la guía litúrgica de la CEE para seguir la Eucaristía este Domingo de la Palabra de Dios

Con el lema ‘Mantenga firme la palabra de la vida’, se celebra esta jornada instaurada por el Papa Francisco hace dos años para hacer que la Iglesia reviva el gesto del Resucitado

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Este domingo, 24 de enero, se celebra el Domingo de la Palabra de Dios bajo el lema ‘mantenga firme la palabra de la vida’, tomado de la Carta de San Pablo Apóstol a los Filipenses. Se trata de una jornada que cumple dos años de vida, y que instauró el Papa Francisco con el objetivo de hacer que la Iglesia reviva el gesto del Resucitado y poder anunciarlo por todo el mundo.

El Domingo de la Palabra de Dios siempre tiene lugar el III Domingo del Tiempo Ordinario. Para propiciar su preparación, la Conferencia Episcopal Española, desde el área de Pastoral Bíblica de la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado, ha editado un subsidio litúrgico para la celebración de la eucaristía, unos puntos orientativos para la homilía y un ejemplo de Lectio divina para el ejercicio de la lectura creyente y orante de la Palabra de Dios.

Por su parte el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, ha invitado a todos los fieles a "reservar un rato para escuchar la Sagrada Escritura dejando que el Resucitado se haga compañero de camino de todos nosotros".



“Se ha cumplido el tiempo y está cerca el Reino de Dios” (Mc 1,14-20) es el título que se ha elegido para estos materiales que también incluyen una presentación del director del secretariado de esta Comisión, Juan Luis Martín Barrios.

El objetivo del Área de Pastoral Bíblica

¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que proclama la paz, que anuncia la buena noticia, que pregona la justicia, que dice a Sión “Tu Dios reina” (Is 52,7). Esto es lo que pretende ser el Área de Pastoral Bíblica, recientemente creada en la Conferencia Episcopal Española e insertada en la Comisión de Evangelización, Catequesis y Catecumenado. Ninguno de estos tres grandes procesos en la Pastoral de la Iglesia se pueden entender sin la referencia en su origen, desarrollo y destino, a la Sagrada Escritura como Palabra de Dios dirigida a los hombres y mujeres de hoy en su contexto.

A la luz de la Dei Verbum n. 2, comprendemos que Dios, en su infinita misericordia, desveló su plan de salvación a la humanidad entera, esperando de cada ser humano la respuesta de la fe, es decir, la adhesión personal al Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo. En ese encuentro entre Dios y el hombre se produce el misterio, que no es la realidad incomprensible a la mente humana (concepción greco-latina), sino que, siguiendo la concepción bíblica (semita) un misterio se da cuando la historia de Dios se inserta en la historia humana. Podemos decir que en el diálogo entre Dios y el hombre, Jesucristo es la Palabra.


Después de cincuenta y cinco años de la clausura del Vaticano II, y como expresión de esa nueva sensibilidad conciliar, podemos decir que la Iglesia ha dado pasos bien significativos en la tarea de dar a conocer la Palabra de Dios. Pensamos tanto en la revisión de la Liturgia de la Palabra en la celebración de la Eucaristía y la presencia de la Escritura en todos los sacramentos, los catecismos y en los diversos itinerarios catequéticos, así como en la publicación de numerosas traducciones de la Biblia, la divulgación de los materiales orientados a distintos ámbitos de la animación bíblica de la pastoral y los innumerables proyectos de lectura creyente de la Biblia en diócesis, parroquias y comunidades.

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