El cardenal José Cobo defiende la oración como “un acto revolucionario que nos hace salir de nosotros mismos”

Durante el segundo Desayuno de Oración de España, organizado por la Fundación San Pablo CEU, el arzobispo ha destacado que la oración y la bendición son herramientas para reconocer la acción de Dios en lo cotidiano

Gonzalo de Esteban

Madrid - Publicado el

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El cardenal José Cobo ha utilizado una parábola impactante sobre una familia que murió ahogada durante unas inundaciones para advertir del peligro de no reconocer a Dios en la ayuda que llega por caminos inesperados. Durante su intervención en el segundo Desayuno de Oración de España, celebrado en el Colegio Mayor de San Pablo, el arzobispo de Madrid ha utilizado una parábola sobre una familia que murió ahogada en unas inundaciones para ilustrar cómo la ayuda divina puede llegar a través de medios humanos.

En el relato, la familia ha rechazado la evacuación ofrecida por vecinos, miembros de otra iglesia y la Guardia Civil, convencida de que solo Dios los salvaría. Al llegar al cielo, reclamaron a Dios por no haberlos salvado. La respuesta fue clara: "Os mandé a vuestros vecinos, os mandé a la iglesia que rezaba también con vosotros, os mandé a las fuerzas del Estado y en ninguna supisteis reconocer mi mano".

El encuentro, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, reunió a más de 150 representantes de la sociedad civil. Según desveló Alfonso Bullón de Mendoza, presidente de la ACdP, el propósito fue "simplemente rezar por todos los que lo necesiten", en concreto por los cristianos perseguidos de todo el mundo, las intenciones del Papa León XIV y el eterno descanso del Santo Padre Francisco. Entre los asistentes estuvieron el encargado de Negocios de la Nunciatura Apostólica en España, el sacerdote polaco Roman Walczak, el presidente de la Asamblea de Madrid, Enrique Ossorio Crespo, y los empresarios Erwan de la Villéon, Carmen Cordón Muro y Eric Halverson, quienes compartieron sus testimonios.

El cardenal José Cobo advierte con una parábola

 "La oración es totalmente provocativa y revolucionaria"  

El cardenal Cobo ha defendido la oración como "un ejercicio totalmente revolucionario" porque "hace algo que la sociedad no sabe dar y es no ser individualista". Según explicó, citando a expertos en psicología, rezar significa "lo primero que hace es salir de sí mismo", creando vínculos distintos "en un mundo donde todo es para centrarnos en nosotros mismos". Para Cobo, la oración es "dejarse mirar por Dios", citando a Santa Teresa, algo que "desarticula" porque "nos hace escuchar a Dios antes que a nosotros mismos".

El arzobispo ha sido especialmente claro al advertir que incluso los creyentes pueden equivocarse: "A Jesús le crucifica también creyentes. Y creían estar haciendo la voluntad de Dios. Y esa no era la voluntad de Dios. Porque Dios siempre es más grande". Su mensaje central es que "Dios actúa, pero a veces no como nosotros queremos" y que es necesario "mirar la realidad para descubrirla" y reconocer que Dios está actuando "de manera misteriosa" y "no por donde nosotros pensamos".

 Bendecir es un ejercicio que todos pueden hacer  

El cardenal Cobo ha dedicado parte de su reflexión al acto de bendecir, animando a todos los fieles a practicarlo: "Seguid bendiciendo, no os lo olvidéis. Que eso no solo lo hacemos los obispos o los sacerdotes. Lo podéis hacer cada uno de vosotros". Ha puesto ejemplos concretos: "Bendecir en casa el pan, bendecir la comida, bendecir a los hijos", explicando que "la bendición es una oración" en la que "Dios es el que bendice siempre" y que representa una buena noticia "en un mundo de maldiciones".

Cobo ha concluido con un mensaje de acción: "Aquel que es bendecido se transforma en instrumento de bendición". Es decir, quien recibe una bendición se convierte en instrumento de esa bendición para otros. Ha animado a los asistentes a reconocer las "barcas de salvación que vienen por lugares insospechados" y a ayudar a otros a subir a ellas. "Dios cuenta con nosotros" para que "su bendición vaya adelante", ha afirmado, recordando que "Dios no es mágico" sino que actúa "a través nuestro". Un llamamiento claro a ser "instrumentos de bendición" en la vida cotidiana.