Argüello matiza que "no se puede llamar matrimonio a dos realidades que son objetivamente diferentes"

El secretario general de la CEE ha destacado que "un buen modelo social que busque el bien del ser humano debe tener como prioridad a la familia

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!No se puede llamar matrimonio a dos realidades que son objetivamente diferentes". Así lo ha destacado el portavo e los obispos, Luis Argüello, al ser preguntado en la rueda de prensa final de la Asamblea Plenaria sobre las celebraciones que las diócesis han desarrollado durante “La Semana del Matrimonio”.

“Nuestra propuesta de matrimonio es una propuesta entre un hombre y una mujer, abierta la vida. Pensamos que además eso está respaldado por un dato de la experiencia humana elemental, a la hora de la posibilidad de engendrar y de acoger la vida”, ha destacado el secretario.

El obispo auxiliar de Valladolid se ha referido “a otro tipo de relaciones, otro tipo de alianzas, otro tipo de regulaciones legales, incluso para contratos entre personas", que es legítimo "que puedan regularse por los ordenamientos jurídicos". En este punto, ha aclarado que "no nos parece que se les pueda llamar matrimonio, porque no se puede llamar de la misma manera a dos realidades que son objetivamente diferentes”.

La prioridad, la familia

"Un buen modelo social que busque el bien del ser humano debe tener como prioridad a la familia”. Así se desprende de los trabajos presentados por la Subcomisión episcopal de Familia y Vida, que ha explicado a los obispos el resultado de esta experiencia que se ha celebrado por primera vez, el pasado mes de febrero. “Ha sido una semana para poner en valor la especificidad del matrimonio cristiano y las diócesis han podido celebrar esta semana con diversos actos”.

Al mismo tiempo, ha tenido lugar una campaña de comunicación, “fundamentalmente de carácter digital con el lema Matrimonio es más”. La Iglesia "desea presentar la belleza del matrimonio, de la unión fiel y definitiva entre un hombre y una mujer abiertos a la vida”, ha destacado Argüello, que ha recordado las palabras del presidente de la CEE, cardenal Omella, en su discurso de apertura: "Que la Iglesia celebre el matrimonio es una auténtica profecía para el mundo”, y también ha recordado que “un buen modelo social que busque el bien del ser humano debe tener como prioridad a la familia”.

Además, el presidente de la Subcomisión, José Mazuelos “informó sobre la participación de las diócesis españolas en el encuentro mundial de las familias en Roma” que tendrá lugar el próximo mes de junio.



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