El obispo de Vitoria lamenta los actos de vandalismo contra dos cruces en los montes alaveses
En España, el Observatorio para la Libertad Religiosa registró en 2019 un total de 55 ataques a lugares de culto, dos más que en 2018 y una cifra casi siete veces mayor que en 2014
Publicado el - Actualizado
2 min lectura
El obispo de Vitoria, Mons. Juan Carlos Elizalde, ha lamentado el ataque a varias cruces que se encuentran ubicadas en los montes alaveses. Algunos desconocidos atacaron este fin de semana las cruces que están en lo más alto de los picos de Goikogane y Alpitsu a 702 y 499 metros respectivamente. Estos dos picos están situados en el municipio de Llodio.
En ambas cruces, los responsables de los actos de vandalismo cortaron la cruz y dejaron solamente la base. “La Cruz es símbolo de la Libertad y del inmenso Amor hacia los hombres y mujeres de quien hace más de veinte siglos nos abrió un camino de fraternidad, perdón y vida eterna” ha escrito este miércoles el obispo de Vitoria en su cuenta personal de Twitter.
“Atacarla, como alguno ha hecho en nuestra tierra, es un ataque contra sí mismo y contra toda la humanidad” ha añadido Mons. Elizalde.
Los actos de vandalismo en España
En España, el Observatorio para la Libertad Religiosa registró en 2019 un total de 55 ataques a lugares de culto, dos más que en 2018 y una cifra casi siete veces mayor que en 2014, cuando se registraron un total de 8.
En nuestro país se han producido ataques a imágenes religiosos tan importantes. Este año en Córdoba se derribó la 'Cruz del Llanito', en el recinto del convento de las Descalzas en Aguilar de la Frontera, a pesar de la oposición de la Iglesia y de los vecinos. Operarios del Ayuntamiento cortaron la cruz por la base, la ataron a una grúa y se la llevaron en un camión municipal. Todo ello ante la mirada de asombro e impotencia de un grupo de vecinos que se oponía al derribo.
Durante la noche previa, informó la diócesis, los vecinos encendieron velas junto a la cruz y dejaron notas escritas a mano mostrando su rechazo al derribo de este símbolo cristiano “querido y venerado por muchos”.