EN 'EL ESPEJO'

El obispo español que se enfrenta a la crisis de los abusos de la Iglesia de Chile

Mons. Celestino Aós es el nuevo administrador apostólico de Santiago de Chile. Eso significa luchar contra los abusos "intolerables" sin "maquillajes"

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El pasado sábado el Papa Francisco tomó una de las decisiones que se esperaban con más expectación: el nombramiento de un nuevo obispo para Santiago de Chile. Y el elegido fue un religioso español que lleva 36 años en aquel país, cuya historia contamos hoy en El Espejo.

El elegido es Celestino Aós, nacido en Artaiz, Comunidad de Navarra, en 1945. Profesó como religioso capuchino y obtuvo la Licenciatura en Psicología en la Universidad de Barcelona. En 1983 sus superiores le envían a Chile, donde trabajó en diversas parroquias en las diócesis de Linares, Santa María de los Ángeles y Valparaíso, asumiendo además diversas responsabilidades en su Orden. Ha sido Promotor de justicia en el tribunal eclesiástico de Valparaíso y miembro de tribunales especiales para estudiar las causas para beatificación y canonización, entre ellos le correspondió estudiar el milagro para la canonización del sacerdote Alberto Hurtado. En 2014 el papa Francisco le nombró obispo de la diócesis de Copiapó.

El pasado sábado este capuchino navarro de 73 años recibió el encargo más difícil de su vida. El Papa Francisco le ha nombrado Administrador Apostólico de Santiago de Chile, que atraviesa una larga crisis debido a los casos de abusos en que se han visto involucrados algunos sacerdotes de la diócesis y a las acusaciones de encubrimiento a las que debe hacer frente el Cardenal Ricardo Ezzati, al que ahora sucede. Por cierto, el cardenal, en su despedida, ha insistido en que defenderá su inocencia ante los tribunales.

En la homilía de su toma de posesión Mons. Celestino Aós afirmó que atenderá de un modo especial a los que han sufrido abusos absolutamente intolerables y subrayó que no bastan retoques de maquillaje… se necesitan reformas y cambios profundos. Y advirtió que esa trasformación eclesial involucra a todos.

En el saludo a la que ya es su nueva diócesis advirtió que no se debe esperar a tener un mundo ideal, una comunidad ideal o un obispo ideal para comenzar, desde ya, a vivir cristianamente y a evangelizar. Mons. Aóz concluyó su toma de posesión recitando la Oración de san Francisco de Asís "Señor, haz de mí un instrumento de tu paz". Su homilía fue respondida con calurosos aplausos por los fieles que se habían congregado en la catedral.

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