Una mujer se rompe la mano en Tarragona y lo que le sucede antes de la operación es de película de terror

Se rompe el brazo y nunca imaginó todo lo que tuvo que superar para ser operada

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La propagación del coronavirus ha sido tan virulento como inesperado para la mayoría de la ciudadanía. Esto ha provocado que cualquier contratiempo o hecho inesperado en las jornadas previas a la llegada del virus a España el pasado mes de febrero, se haya traducido en una odisea para los afectados.

Es el caso de María, quien una ruptura de mano por una caída el pasado 12 de febrero, no haya podido ser operada hasta el 30 de marzo. El motivo es que la primera médica que atendió a María tras la lesión de la mano, dio positivo por el COVID-19, por lo que tuvo que quedar en cuarentena. María ha querido contarnos su historia en COPE.es.

La historia de María

María es española, pero de nacionalidad suiza, país en el que reside. Sin embargo acudió a España para visitar a sus padres unos días. El miércoles 12 de febrero, se encontraba en la localidad tarraconense de San Carlos de la Rápita, para acompañar a su padre a una operación que debía realizarse en Tortosa. Sin embargo, la operación no pudo realizarse, por lo que regresaron al pueblo.

Ya por la tarde, comenzaron los problemas: "Salí para hacer unas compras y me caí. No sé como fue, solo recuerdo que caí al suelo y frené el golpe con la mano izquierda partiéndose el radio y el cubito. A pesar del dolor y una vez sentada en la escalera de un portal ayudada por una señora, llamé a urgencias de mi seguro médico que pago desde hace mucho tiempo y que apenas uso, ya que vivo en Suiza".

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Desde la aseguradora no hubo respuesta. La policía local del pueblo acompañó a María al dispensario y desde allí fue trasladada en ambulancia al hospital de Tortosa: "Me colocaron una escayola dejándome esa noche en observación. Al día siguiente me dieron el alta y me dijeron que no me podían operar ya que no disponían de la pieza necesaria, pero que la pedirían y el lunes me llamarían. Al llegar a casa de mis padres, intenté comprar un billete para regresar a Suiza sin éxito" relata nuestra protagonista.

María, en cuarentena por coronavirus

Entre terribles dolores durante varios días, el lunes 16 de febrero María recibió una llamada del hospital, pero no para darle una cita para ser operada de la mano maltrecha, sino para instarla a aislarse en su casa hasta el 27 de febrero, ya que la enfermera que atendió en urgencias a María había dado positivo del COVID-19.

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La situación comenzaba a preocuparse para María, sin fecha de operación y obligada a aislarse para evitar contagiar a su entorno del coronavirus. Los padres de María además son mayores, que es el colectivo con más riesgo: "Desde ese día permanecí en una habitación de ocho metros y con dolores terribles en la mano. Aún así no sé que me dolía más, si el brazo o la impotencia de sentirme lejos de mi hija, de mi casa, y sobre todo lejos de encontrar una solución para salir adelante de todo eso. Recuerdo que pasé el dia llorando y preguntándome una y otra vez, cómo me había podido pasar eso, y cómo saldría adelante de nuevo".

Más de un mes después, podrá ser operada de la mano

Durante el aislamiento, María volvió a ponerse en contacto de su seguro médico. Tras varios días, dio con el Quironsalud de Valencia, donde envió un correo con las imágenes y los certificados de urgencias de Tortosa. Rápidamente un Traumatólogo, el Dr Morales, se puso en contacto para organizarlo todo: "Al saber que estaba en cuarentena, me dijo que la normativa vigente me obligaba a terminar la cuarentena, y justo el día 28 podían programar mi operación", explica.

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Tras llegar a la clínica de Benidorm, el traumatólogo comentó a María que, tras ver las nuevas radiografías, le habrían tenido que haber operado antes tras la caída, ya que más de un mes después sería mucho más compleja la operación, y sobre todo no quedaría la misma movilidad en la mano: "Lo que siento en este momento es miedo por lo que me espera hasta que pueda estar recuperada y me preocupa el no saber cuando podré regresar a Suiza. Así que solo me queda confíar en la profesionalidad del Dr. Ferragut como Traumatólogo".

En estos momentos difíciles, María recuerda mucho a su hija, que vive en Suiza: "Me decía mamá, no llores y no te preocupes, ya que todo irá bien, tu eres la persona más fuerte que conozco, y recuerda que los ángeles están contigo y por cierto, no te preocupes por ese COVID-19, ya que en cuanto te vea sale corriendo, tu eres demasiado grande para un bichito tan pequeño".

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