¿Tenemos claro qué es la Cuaresma y lo que implica para los católicos? Un sacerdote responde todas las dudas

El programa 'Ecclesia' de TRECE ha contactado con el delegado de Liturgia de Sevilla para ayudarnos a comprender la importancia de este periodo litúrgico previo a la Pascua

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Estamos comenzado el periodo de Cuaresma, un tiempo de preparación para la gran celebración de los cristianos, que es la Pascua. Un periodo litúrgico que nos llama a la conversión personal, de cambiar nuestra mentalidad para que no nuestra vida no radique tanto en poseer como en compartir.

¿Pero realmente todo el mundo tiene claro en qué consiste este periodo litúrgico que ha comenzado hace unos días con el Miércoles de Ceniza? En el programa 'Ecclesia' de TRECE han tenido la oportunidad de preguntarlo a los viandantes y en las respuestas de los consultados existe una idea más o menos centrada de lo que implica este tiempo, aunque muchos de ellos con lagunas.

“Son cuarenta días que celebran los católicos, pero no sé más”; “Es el tiempo en el que mataron a Jesucristo y no se puede comer carne”: “Se celebra la Resurrección de Cristo, o la pasión y muerte”; “Son los cuarenta días previos a la Pasión y Muerte de Jesús” o “Son los cuarenta días que pasa Jesucristo en ayunas en el desierto y los católicos hacen como una imitación, ayunando esos días”, son algunas de las respuestas que hemos escuchado en la encuesta de TRECE.

¿Qué implica estar en periodo de Cuaresma?

Como estamos comprobando, hay ciertas dudas sobre el significado de la Cuaresma. Para resolver todas las dudas, el delegado de Liturgia de la Archidiócesis de Sevilla, Luis Rueda, ha explicado en qué consiste este periodo de preparación a la Pascua.

“La particularidad de la Cuaresma es que nos preparamos para la Pascua y lo hacemos convirtiéndonos al Señor. Es un periodo intenso de vivencia de nuestros compromisos bautismales y, si nos hemos extraviado en los caminos que el Señor nos manda en el Evangelio, volvamos para celebrar la Pascua”, ha explicado.

Eso sí, Rueda ha matizado que este periodo de conversión ha de ser permanente entre los cristianos, y que debemos hacer tanto interior como exteriormente mediante el ayuno, la oración y la limosna.

“El ayuno es abstenerse de comer. Solo es obligatorio el Viernes Santo y el Miércoles de Ceniza. La Iglesia permite tomar algún alimento al mediodía, la mañana y la noche pero este ayuno significa que yo también me abstengo del mal. Es el dominio sobre uno mismo. Tendemos al egoísmo y lo tenemos que dominar. También nos abstenemos de manjares y de ocio que podamos tener, como son las redes sociales . El Papa Francisco de hecho nos aconseja este año abstenernos de las redes sociales”, ha explicado el delegado de Liturgia hispalense.

Asimismo, ha explicado que la abstinencia implica no consumir carne: “Todos los viernes del año hacemos esta penitencia, pero excepto los viernes de Cuaresma, se puede cambiar por obras de piedad como acudir a misa, un rato de oración y obras de caridad como dar limosna, estar con los enfermos, acompañar a las personas que viven solas...”

Como ha remarcado Luis Rueda, el ayuno, la oración y la limosna están ligadas entre sí: “Si yo me domino a mí mismo y no soy tan egoísta, me abro a los demás. Si me abstengo de comer manjares no es para ahorrar dinero, sino para compartirlo con los que menos tienen. Si me abstengo del móvil, es para dialogar con todas las personas. Todo está relacionado”, reflexiona en TRECE el delegado de Liturgia de la Archidiócesis de Sevilla.

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