Carta del obispo de León: «Discípulos misioneros que caminan sinodalmente

Tras la Asamblea Sinodal, Luis Ángel de las Heras asegura que compartimos un nuevo horizonte que pasa «por hacer crecer el modo sinodal de ser y obrar de la Iglesia»

Tiempo de lectura: 2’

Queridos hermanos y hermanas:

El curso pastoral que ha concluido ha estado marcado significativamente por el proceso sinodal de la Iglesia en su fase diocesana. El 11 de junio pasado celebrábamos en Madrid la conclusión de esta etapa con la presentación de la síntesis nacional. En ella se recogen las aportaciones de las diócesis, de la vida consagrada, de otras instituciones eclesiales, así como las opiniones de quienes han querido colaborar desde fuera de la Iglesia. Ahora hay un horizonte compartido por todos: continuar este camino para hacer crecer el modo sinodal de ser y obrar de la Iglesia.

En la misma línea se han estado desarrollando durante el curso los equipos de las nuevas delegaciones de evangelización misionera, comunión fraterna y misión samaritana. Con esfuerzo e ilusión vamos descubriendo los beneficios comunes de sentirnos equipo, de trabajar y caminar juntos, de conocernos más y animar a los hermanos y hermanas de nuestra Diócesis en el camino sinodal. La constitución del nuevo Consejo Pastoral Diocesano el pasado 25 de junio ha sido otro paso más en el crecimiento de la corresponsabilidad de laicos, clérigos y consagrados. Este consejo contribuirá también a reforzar la opción de nuestra Diócesis “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”.

El próximo curso retomaremos este camino de futuro y esperanza con el gozo de los seguidores de Jesús, discípulos misioneros, que quieren caminar juntos, venciendo las inercias egocéntricas o elitistas de personas o grupos que anteponen lo particular a lo eclesial (cf. EG 98). Ante nosotros se abre un tiempo para cuidar la esperanza como Pueblo de Dios en camino. La historia de la Iglesia atesora sacrificios y anhelos con los ojos puestos en Jesucristo, posibilitándonos cultivar sendas esperanzadoras en contacto con la realidad que nos lanza al futuro, «de manera que no nos quedemos anclados en la nostalgia de estructuras y costumbres que ya no son cauces de vida en el mundo actual» (EG 108).

Sin dejar de ser conscientes de nuestra responsabilidad bautismal y eclesial, nos adentramos en el tiempo estival, que nos invita a cambiar de aires, descansar, celebrar las fiestas patronales, regresar al lugar de nacimiento, encontrarnos con los familiares y amigos que no solemos ver, y realizar algunas actividades que nos impulsan en nuestra vida cristiana. En estos meses hay ofertas formativas de cursos de verano, retiros y ejercicios espirituales, lecturas pendientes; se va a celebrar el Encuentro para Laicos de Parroquia y IV Asamblea General de Acción Católica General del 21 al 24 de julio en Barcelona; todavía es Año Santo para hacer el Camino de Santiago; nos espera el Encuentro Europeo de Jóvenesdel 3 al 7 de agosto en Santiago de Compostela, en el que ya hay inscritos más de diez mil jóvenes…

Que no desaparezcan ahora ni durante el resto del verano nuestras pisadas de pueblo que avanza por la vereda del discipulado misionero sinodal. Una vereda que hemos de seguir transitando y descubriendo juntos como Iglesia particular de León que cree, ama y espera según el Espíritu Santo.

Con mi afecto y bendición.



+ Luis Ángel de las Heras, cmf

Obispo de León


Religión