Inauguración Sínodo

Francisco: "Que el Espíritu Santo nos dé la capacidad de soñar"

En su homilía, el Papa ha pedido que los padres sinodales encuentren "espacios para inflamar el corazón y discernir los caminos del Espíritu".

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Ante una Plaza de san Pedro abarrotada de fieles venidos de todo el mundo, el Papa Francisco ha presidido la Misa Inaugural de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que en esta ocasión lleva por título  “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, tema en torno al que girará los trabajos de la Asamblea.

En su homilía, el Papa ha pedido que el Espíritu Santo inspire los trabajos de los padres sinodales.“Que el Espíritu nos dé la gracia de ser padres sinodales ungidos con el don de los sueños y de la esperanza para que podamos, a su vez, ungir a nuestros jóvenes con el don de la profecía y la visión”.

Francisco también ha pedido al Espíritu Santo que "ayude a hacer memoria y  a reavivar las palabras del Señor" y suscite "el ardor y la pasión por Jesús". “Memoria que puede despertar y renovar en nosotros la capacidad de soñar y esperar. Porque sabemos que nuestros jóvenes serán capaces de profecía y visión en la medida en que nosotros, ya adultos o ancianos, seamos capaces de soñar y así contagiar y compartir los sueños y esperanzas que llevamos en nuestros corazones”, ha añadido el Papa.

El Papa también ha rezado al Espíritu Santo para que los padres sinodales no se dejen "asfixiar y aplastar por los profetas de calamidades y del infortunio" o por sus propios "límites, errores y pecados", sino que sean capaces "de encontrar espacios para inflamar el corazón y discernir los caminos del Espíritu".

Además, Francisco ha estado al borde de las lágrimas al recordar que se trata del primer Sínodo en el que participan obispos de la China Continental, una gran noticia que ha comentado con la voz quebrada por la emoción. El Papa espera que este "nuevo encuentro eclesial" pueda ser "capaz de ensanchar horizontes, dilatar el corazón y transformar aquellas estructuras que hoy nos paralizan, nos separan y nos alejan de nuestros jóvenes, dejándolos a la intemperie y huérfanos de una comunidad de fe que los sostenga, de un horizonte de sentido y de vida".

"La esperanza nos desafía, nos moviliza y rompe el conformismo del ‘siempre ha sido así’, y nos pide que nos levantemos para mirar de frente el  rostro de los jóvenes y las situaciones en las que se encuentran. La misma esperanza nos pide que trabajemos para revertir las situaciones de precariedad, exclusión y violencia a las que están expuestos nuestros muchachos", ha proseguido Francisco.

"Los jóvenes, fruto de muchas de las decisiones tomadas en el pasado, nos llaman a asumir junto con ellos el presente con mayor compromiso y a luchar contra lo que de alguna manera impide que sus vidas se desarrollen con dignidad", ha añadido el Papa, que también ha explicado que "nos piden y reclaman una entrega creativa, una dinámica inteligente, entusiasta y esperanzadora, y que ‘no los dejemos solos’ en manos de tantos mercaderes de la muerte que oprimen sus vidas y oscurecen su visión".

Francisco pide a los padres sinodales que se escuchen unos a otros “para discernir juntos lo que el Señor está pidiendo a su Iglesia. Y esto requiere estar alertas y velar para que no prevalezca la lógica de la autopreservación y la autorreferencialidad, que termina convirtiendo en importante lo superfluo y haciendo superfluo lo importante".

"Es necesario escuchar a Dios, escuchar con él el clamor del pueblo; escuchar al pueblo, hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama", ha añadido el Papa, que también ha apuntado que hay que evitar la "tentación de caer en posiciones eticistas o elitistas y también en la atracción por ideologías abstractas que no se corresponden nunca con la realidad de nuestro pueblo".

El Papa, además, ha citado el Mensaje a los jóvenes de Pablo VI al final del Concilio Vaticano II. "Durante cuatro años la Iglesia ha trabajado para rejuvenecer su rostro, para corresponder mejor al designio de su fundador, el gran Viviente, Cristo, eternamente joven. Y al final de esta impresionante 'reforma de vida', se dirige a vosotros: es para vosotros, jóvenes, sobre todo para vosotros,  que la Iglesia con su Concilio acaba de encender una luz, luz que alumbrará el porvenir, vuestro porvenir”.“Padres sinodales, la Iglesia los mira con confianza y amor ”, ha concluido el Papa.

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