Desvelados los WhatsApp de las apuestas de Kike Salas a sus tarjetas amarillas: "¿Solo deja 150 euros?"

Kike Salas, central del Sevilla de 23 años, fue detenido el pasado 14 de enero, acusado de provocar, presuntamente, que le sacaran tarjetas amarillas en partido de Primera División para que personas de su entorno, de las cuales otras dos fueron también detenidas, ganaran dinero con apuestas deportivas. Se le tomó declaración y se le puso en libertad, aunque como investigado en un presunto delito de estafa, por el que se expone a un máximo de tres años de cárcel, porque las tarjetas recibidas no influyeron en el resultado de los partidos.

La noticia la adelantaba El Confidencial, que este jueves daba más detalles de la investigación. El jugador hispalense habría pactado con unos amigos que iba a ver tarjetas amarillas en encuentros oficiales de LaLiga para que ellos realizaran diferentes apuestas sabiendo con antelación lo que iba a hacer el jugador sobre el terreno de juego.

 Los mensajes con sus amigos  

En su investigación, la Policía Nacional habría intervenido varios mensajes en los que se demostraría que Kike Salas habría avisado a su entorno de que iba a ser amonestado en al menos cinco partidos de la temporada 2023/2024 y se habría repartido con ellos las ganancias obtenidas.

La alerta la habría dado una sala Codere de Morón de la Frontera. Esta avisó de que un conocido del futbolista había hecho dos apuestas, de 100 euros cada una, pronosticando que el jugador iba a ver una amarilla en el partido Sevilla-Barcelona del 26 de mayo del 2024. En el minuto 36 del encuentro se la sacaron tras una acción sin mucho sentido en el centro del campo.

“La investigación realizada reveló que había un grupo de jóvenes con vínculos de amistad entre sí, que apostaban a las amonestaciones del jugador, quien a su vez, también era natural de dicha localidad sevillana […] siendo dos personas las que obtenían mayores beneficios”, asegura el informe policial al que ha tenido acceso El Confidencial.

Amarillas bajo sospecha

La primera amarilla bajo sospecha se habría producido en el Las Palmas-Sevilla del 14 de abril de 2024. Ese día su amigo César G., en cuyo chat habrían aparecido la mayoría de los indicios, realizó cinco apuestas deportivas que incluían la amonestación de Kike Salas. Según los mensajes incautados, el futbolista habría realizado apuestas sobre esa jornada desde tres días antes y para ello usó perfiles falsos: “Le metio 50 a Ayoze y Isco. A muerte. En la de flopi”, habría escrito el sevillista.

En otras conversaciones, habrían mencionado los problemas para registrar apuestas en algunas casas de juego: “Solo deja 150 en el bet”. Además, los investigadores habrían acreditado que las apuestas a las tarjetas amarillas se habrían realizado poco después de que Kike Salas y su amigo César G. mantuvieran una breve conversación de teléfono. De hecho, para evitar ser descubierto, el futbolista habría hecho transferencias a su amigo para que fuera este el que realizara las apuestas repartiéndose luego las ganancias: "Tendrás 500 en la cuenta. Son 300 míos y tuyos 200".

El 11 de mayo de 2024, horas antes del Villarreal-Sevilla, César G. hizo 6 apuestas en varios operadores a tarjeta amarilla a Kike Salas. Habría abonado 560,55 euros y ganado 1.347,99, según los agentes. En el partido ante el Cádiz, volvió a ocurrir lo mismo y se registraron otros cinco pronósticos que supusieron un beneficio limpio de 1.778.99 euros. Repitieron la mecánica en los partidos ante el Athletic del 19 de mayo y el Barcelona del 26 de mayo: “Si quieres pídele bizum a alguien. Y haces alguna. Y después lo ingresamos y lo pasamos”, escribió Kike Salas en su chat con su amigo.

La cosa se habría hecho mayor y hasta casi una decena de personas del entorno del futbolista habrían llegado a obtener ganancias con las tarjetas amarillas recibidas. Kike Salas tiene contrato con el Sevilla hasta 2029 y tendría un salario de unos 360.000 euros anuales.