Enrique Solano, astrofísico: "Eliminar tópicos como el de que un buen científico debe ser ateo"
El presidente de la Sociedad de Científicos Católicos ha visitado 'Mediodía COPE' para desmentir el mito de que la ciencia y fe son opuestos. "Nunca demostrará si Dios existe"

Enrique Solano, astrofísico: "Eliminar tópicos como el de que un buen científico debe ser ateo"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Hay quien dice que ejercer la profesión de científico con la vocación de ser sacerdote es algo impensable. Sin embargo, se trata de una teoría que no se sostiene si nos fijamos en diferentes hechos históricos. Por ejemplo, el belga Georges Lemaître es el padre de la teoría del origen del cosmos, la famosa teoría del Big Bang y era un sacerdote católico.
Uno de los centros más punteros en el estudio de la astrofísica a nivel mundial es del Vaticano, concretamente el Observatorio Vaticano en Castel Gandolfo. Este centro de investigación ha convocado un congreso internacional del 16 al 21 de junio para profundizar en el estudio de los agujeros negros y así, demostrar, que la fe y la ciencia no están tan alejadas como nos han hecho creer.
¿Qué es un agujero negro?
Para hablar de todo esto hemos tenido oportunidad de charlar en 'Mediodía COPE' con Enrique Solano Márquez, astrofísico en el Centro de Astrobiología y presidente de la Sociedad de Científicos Católicos. Los agujeros negros son, probablemente, los fenómenos astronómicos que más intriga generan a los científicos y Enrique los ha explicado apuntando que: “Son uno de los fenómenos más espectaculares que ocurren en el universo, tenemos de diferentes tipos... Por un lado tenemos la radiación y por otro la gravedad: cuando la estrella evoluciona y acaba de consumir su materia para consumir la radiación es cuando se produce un desequilibrio de fuerzas, entonces la gravedad es la que actúa y la estrella empieza a contraerse... dependiendo de la masa de la estrella, el proceso de contracción no se puede parar y eso es lo que da lugar a los famosos agujeros negros.

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"Sería un Dios muy pequeño que podríamos comprenderlo, pesarlo o medirlo"
Además, la relación del Vaticano con la ciencia existe desde hace mucho tiempo, concretamente desde el siglo XVI. “Su observatorio astronómico surgió para resolver el problema del paso del calendario juliano al gregoriano, el que tenemos actualmente. Había y actualmente también hay astrofísicos que son sacerdotes y creyentes. Además, Enrique ha aclarado que la ciencia nunca va a poder comprobar si Dios existe o no: “El concepto de Dios tal y como lo entendemos los católicos trasciende a lo que es el ámbito de actuación. No tiene las herramientas para demostrarlo... de ser así sería un Dios muy pequeño que podríamos comprenderlo, pesarlo o medirlo.”
"La ciencia y la fe suman y no restan"
El mito de que la ciencia y fe están opuestos es una realidad, sin embargo, Enrique apunta que no son esos dos conceptos los que están opuestos: “La ciencia se encarga de explicar una parte de la realidad y la fe, otra... la ciencia y la fe suman entre ellas y no restan. El problema es cuando intentamos vender una ideología como el cientificismo cuando no es la ciencia...”. Además, el científico católico muchas veces no se muestra tal y como es, es por ello que Enrique ha añadido que “los científicos deben mostrar que son católicos con naturalidad. La Sociedad de Científicos Católicos es fundamental para dar visibilidad a esta figura e intentar eliminar falsos tópicos que la sociedad ha comprado como por ejemplo de que un buen científico debe ser ateo.