Ana fue elegida con 19 años miembro de un jurado popular: "Bastante duro"
En 'Mediodía COPE', le ha contado a Pilar García de la Granja, la experiencia real de ser jurado, "no era una cuestión de película ni una serie"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La posibilidad de que Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno, pueda ser juzgada por un jurado popular ha generado un amplio debate en España. Esta figura, aunque no es nueva y tiene precedentes como el juicio a Francisco Camps en 2012, plantea interrogantes sobre su funcionamiento y la preparación de los ciudadanos para asumir tal responsabilidad.
El camino judicial del 'caso Begoña Gómez'
¿Qué es lo que va a pasar a partir de ahora en el caso Begoña Gómez, tras las últimas decisiones del juez Peinado? En primer lugar, el juez comunicará el sábado por la tarde la situación a los investigados y celebrará una vista donde las partes solicitarán el archivo o la continuación del caso. Si el proceso avanza, se elevará a la Audiencia de Madrid, donde se conformaría un tribunal compuesto por nueve ciudadanos, dos suplentes y un magistrado presidente, explica la jefa de Tribunales de COPE, Patricia Rosety.
Este modelo de tribunal se instauró en España en mayo de 1995, con Felipe González como presidente, siendo ministro de Justicia, Juan Alberto Belloch. El jurado es el encargado de emitir el veredicto sobre los hechos y la culpabilidad, mientras que el magistrado es quien dicta la sentencia. Sin embargo, fuentes jurídicas señalan a la jefa de Tribunales de COPE que un delito de malversación puede resultar "especialmente complicado para un jurado sin conocimientos técnicos".
La experiencia real de ser jurado
Ana, una ciudadana que fue jurado con solo 19 años en un caso de asesinato, ha compartido su experiencia en 'Mediodía COPE'. "Lo primero es que me mandaron una carta cuando cumplí justo 18 años, que me ponía que en los siguientes dos años podía ser elegida", ha relatado sobre el inicio de un proceso que califica como "bastante duro".
Ana, por edad, no podía renunciar a ser miembro de ese jurado, una obligación de todos y cada uno de los ciudadanos salvo excepciones como ser mayor de 65 años, enfermedad o tener conocimientos en derecho.
Fue un caso para mí bastante duro, porque era real, no era una cuestión de película ni una serie"
La crudeza de la experiencia marcó a Ana, que ha confesado no sentirse preparada para la responsabilidad. "No estaba para nada preparada ni para ver las imágenes, ni para estar en las sesiones, y mucho menos para juzgar", ha afirmado. "Fue un caso para mí bastante duro, porque era real, no era una cuestión de película ni una serie".
Sobre el aislamiento, algo que siempre vemos en esas películas americanas sobre juicios, Ana ha aclarado que solo ocurre durante la deliberación final: "Te quitan el teléfono y ya es como otro proceso distinto", pero no durante las sesiones públicas del juicio.
Ana, solo espera no ser de nuevo elegida para el posible juicio al que se vería sometida la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez. Su respuesta ha sido tajante: "No, no me sentiría preparada porque no tengo los conocimientos, obviamente". Su testimonio ha dejado claro la enorme presión y la carga emocional que implica decidir sobre el futuro de una persona.
Mi hermano y mi mujer son inocentes"
Y mientras se aclara el futuro judicial de su mujer, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya ha emitido su particular veredicto en una declaración pública. "El tiempo pondrá las cosas en su sitio", a la vez que defiende la inocencia de Begoña Gómez. "Mi hermano y mi mujer son inocentes", ha concluido.
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