Mongolia y el corazón de la misión

El viaje del Papa a Mongolia, en la firma de José Luis Restán de este lunes 4 de septiembre de 2023

00:00

Escucha ya la firma de Restán: Mongolia y el corazón de la misión

José Luis Restán

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

En su encuentro con la pequeña comunidad católica de Mongolia el Papa ha recordado las raíces antiguas del cristianismo en aquel país.

Ya en el primer milenio se produjo un considerable movimiento evangelizador de la tradición siriaca que se difundió a lo largo de la ruta de la seda. En el siglo XIV, el franciscano Juan de Montecorvino fue nombrado primer obispo de aquella amplia región del mundo bajo dominio mongol.

También ha recordado la fase contemporánea de la Iglesia en Mongolia, iniciada por el obispo filipino Wenceslao Padilla a principio de los años 90 del pasado siglo. Con él llegaron los primeros misioneros de diversas congregaciones, también sacerdotes y laicos de varias naciones. Hasta llegar a tantos fieles servidores del Evangelio que han podido cumplir el sueño de reunirse en torno al Papa y que, después de haber gastado su vida por Cristo, ven y gustan las maravillas que su bondad sigue realizando en medio de aquel pueblo. Es una historia pequeña, si se quiere, dentro de la milenaria historia de la Iglesia, pero muy bella y verdadera.

¿Por qué gastar la vida por el Evangelio, como han hecho todos estos hombres y mujeres de diversas épocas?, se ha preguntado Francisco. ¿Por qué gastarla nosotros?, podríamos preguntarnos también. “Porque se ha gustado ese Dios que se hizo visible, tangible, perceptible en Jesús”, ha respondido el propio Papa ante ese pequeño rebaño de católicos en Mongolia que nos hace entender que la Iglesia siempre está naciendo, también aquí en España, aunque llevemos veinte siglos de historia (que agradecemos) a las espaldas.

La Iglesia que nace de esta experiencia no se apoya sobre los poderes de este mundo ni sobre el éxito, que puede ser cambiante, sino sólo sobre una fe verdadera, “sobre la potencia del Resucitado que nos desarma, capaz de aliviar los sufrimientos de la humanidad herida”, ha dicho Francisco.

Gastar la vida por el Evangelio tiene sentido porque se traduce en multiplicar la vida, en hacerla más plena, inteligente, libre y dichosa. Ese es el único testimonio que atrae en cualquier época y lugar.

Visto en ABC

Programas

Último boletín

18:00 H | 29 SEP 2025 | BOLETÍN

Boletines COPE
Tracking