El trámite por el que una familia de Asturias ha perdido su panadería después de 109 años abierta y no puede recuperarla: dejan sin servicio a 200 vecinos
Marcos Martín, redactor de COPE Asturias, cuenta la historia de Santillán en Mediodía COPE
Madrid - Publicado el
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En el concejo de Amieva (Asturias) los vecinos están desolados por el cierre de la Panadería Santillán. Después de 109 años de historia, y servir buen pan a vecinos de varias generaciones, este pequeño negocio local ha cerrado esta semana definitivamente sus puertas. María José, la panadera, se jubila. Tras muchos madrugones y años de trabajo junto a su hija Ana, que trabajaba con ella en el obrador, se ha visto obligada a bajar la persiana.
Su hija quería continuar con el negocio familiar, pero no ha podido debido a las enormes trabas burocráticas que le han impuesto y Mediodía COPE se ha hecho eco de su historia. El resultado ahora es que el pueblo ahora se queda sin pan, sin servicio y sin punto de reunión, porque además de vender el pan del día, las empanadas o los dulces típicos de la zona, resulta que la panadería Santillán también servía como lugar para dejar medicamentos, paquetes e incluso periódicos.
POR QUÉ NO PUEDEN MANTENER ABIERTA LA PANADERÍA
Marcos Martín, redactor de COPE Asturias, se ha acercado hasta la panadería para hablar tanto con la madre como con la hija y ambas le han comentado cómo se sienten en estos momentos. Además de desubicadas, porque estaban acostumbradas a madrugar tanto como pide la profesión, estaban contentas y tristes al mismo tiempo: "Tenemos una mezcla de sentimientos. Por un lado, estamos contentas porque mi madre puede jubilarse después de muchos años de trabajo, pero también tristes porque cerramos un negocio que funcionaba por y para los pueblos", ha comentado Ana.
Es muy triste que, sabiendo de la falta de relevo generacional tan evidente que existe en la España vaciada hoy en día, tengan que cerrar aún queriendo seguir con el negocio abierto. ¿Cuál ha sido el motivo exacto? La burocracia y las exigencias de los nuevos tiempos. María José intentó comprar el negocio para que siguiera trabajando allí su hija, pero para hacer el cambio de titularidad de un negocio que lleva más de 100 años abierto, le exigían una inversión que no puede asumir. La panadería no es algo que haga millonario a nadie, así que les ha tocado apagar el horno y bajar la persiana.
INDIGNACIÓN ENTRE LOS VECINOS
El pueblo está desolado y el alcalde muy indignado porque la panadería era un punto de encuentro para los vecinos donde se dejaban los recados. También hay vecinos cabreados porque Ana no haya recibido ningún tipo de ayuda o de facilidad por parte del gobierno de Asturias. Los vecinos pierden el lugar en el que se reunían a charlar y donde podían disfrutar de un pan y una repostería que era 'de otro mundo'.
Interior de una panadería con una amplia variedad de productos
De hecho, tanto les gustaba que, según han contado en los micrófonos de COPE, en cuanto se enteraron de que iba a cerrar la panadería Santillán, muchos se adelantaron para comprar antes del cierre y congelar los productos para seguir disfrutándolos, al menos, durante un tiempo. Ojalá en algún momento puedan volver a reabrir sus puertas.